REFORMA ELECTORAL

Elección de consejeros por voto es la peor propuesta en 30 años: Woldenberg

Especialistas critican planeamiento de AMLO, de someter a voto popular la selección de consejeros electorales.

Sesión del INE.
Sesión del INE.Créditos: Cuartoscuro
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La propuesta electoral del Presidente de la República, de cambiar la forma de selección de consejeros electorales, para que sean electos en urnas por voto ciudadano, generó críticas y rechazo entre especialistas, exconsejeros y funcionarios electorales.

Durante el foro número 8 del parlamento abierto sobre la reforma propuesta por el Ejecutivo Federal, organizado en la Cámara de Diputados, el exconsejero presidente del anterior Instituto Federal Electoral (IFE), José Woldenberg, fue claro en advertir que es la “peor propuesta” en esa materia, que se ha presentado en décadas.

Su propuesta es, perdón que lo diga así, pero estoy convencido, la peor que he escuchado en todos estos 30, 40 años. ¿Por qué? Se supone que el Presidente de la República va a proponer a 20 consejeros, la Cámara de Diputados 10, la Cámara de Senadores 10, y la Suprema Corte de Justicia otros 20”, apuntó.

“Y vamos a ir a una elección general, para elegir 7, ¿qué quiere decir eso?, que esas personas, si quieren ganar van a tener que llegar a un acuerdo con los partidos políticos”, remarcó.

Propuesta popular, pero inadecuada

La consejera electoral de la Ciudad de México, Carolina del Ángel agregó que quitar la autonomía a las instituciones electorales, para que el Ejecutivo Federal intervenga de lleno en ello, desaparecer los organismos públicos locales (OPLE) y los tribunales electorales locales, es una regresión de décadas, en materia de democracia.

Señaló que la idea de que sean los ciudadanos en general quienes voten por consejeros electorales puede “sonar” muy popular y puede hacer pensar a los ciudadanos que las autoridades en la materia “trabajarán” para ellos.

Sin embargo, recalcó, los partidos políticos no pueden ser excluidos de las elecciones y realizar procesos electorales para elegir a siete consejeros, no es “tan fácil como hacer un sorteo”.

Los consejeros, apuntó, también deben ser autoridades con conocimiento en la materia y capacidades técnicas, no solo personajes populares. Por ello existe, apuntó, el servicio profesional electoral.

La tendencia en reformas electorales, agregó, debería avanza en sentido contrario a lo propuesto por el Primer Mandatario, que busca una mayor intervención del Ejecutivo en los procesos electorales.

Cuotas y cuates

El académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), y asesor del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), José Antonio Carrera Barroso Gutiérrez, coincidió con la iniciativa presidencial respecto a que es necesario terminar con el conflicto de interés, nepotismo y amiguismo en el nombramiento de autoridades electorales.

El sistema electoral, abundó, tiene que ser autónomo y el nombramiento de consejeros, también debe mantener determinado nivel de incertidumbre.

Cuando de antemano se sabe quién será nombrado, atajó, puede deberse a que hay intereses involucrados en su selección.

Manifestó que si el actual proceso de selección, donde participan un Comité de Evaluación conformado por personas notables, así como los líderes parlamentarios en la Cámara de Diputados, se modifica podría correr el riesgo de partidizarse y politizarse aún más.

“Sacar” el procedimiento a las urnas, implica exponerlo a las anomalías e incidentes que se suelen registrar en las votaciones como la compra del voto.

Apuntó que la designación de personal especializado no debe quedar en manos de la ciudadanía.

Si hay desconfianza en la participación de la representación de los partidos en la Cámara de Diputados para seleccionar consejeros, por el grado de influencia partidista que pudieran ejercer, lo apropiado es “blindar” las distintas etapas, para evitar la dinámica de “cuotas y cuates”.

En ello coincidió la defensora de derechos humanos, Marcia Itzel Checa, quien recalcó que la ciudadanía demanda autoridades electorales ciudadanas, que no representen los intereses de los partidos políticos.

Buenos procesos de designación, sujetos a leyes, reglas y procedimientos más claros, dan fortaleza a las instituciones electorales, y ayudan a evitar consejeros “capturados”, expresó.