Emilio Lozoya dirigió Petróleos Mexicanos entre 2012 y 2016, previamente formó parte del equipo más cercano del expresidente Enrique Peña Nieto desde que éste se encontraba en campaña. Hoy, su nombre continúa inmerso en el que podría ser el mayor escándalo de corrupción en nuestro país.
La suerte de Lozoya cambió en agosto de 2017, cuando el entonces titular de la Fepade, Santiago Nieto, anunció una investigación en su contra por financiamiento ilícito a las campañas electorales de 2012; sin embargo, ésta no prosperó, hasta que llegó el gobierno de López Obrador.
Pero en febrero de 2020, fue detenido en Málaga, España, y extraditado a nuestro país cinco meses después, el 17 de julio; sin embargo, tras su llegada a México, Lozoya no ingresó a la cárcel, sino a un hospital tras presuntamente padecer anemia.
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Apenas este lunes, la FGR informó que Emilio Lozoya, no había cumplido con la reparación del daño en los dos procesos que enfrenta por lo que seguirá en la cárcel.
El exdirector de Pemex ofreció pagar 10.7 millones de dólares para obtener un acuerdo reparatorio y un criterio de oportunidad.
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