CAMBIO CLIMÁTICO

El cambio climático y la salud mundial

Adultos mayores de 65 años, así como las niñas y niños menores de un año, estuvieron expuestas a más días con olas de calor en 2021 que las ocurridas en 20 años.

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Escrito en OPINIÓN el

En 2022 se cumplen 30 años de la firma de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, a la cual se adhirió México desde 1992. En ella, los países miembros acordaron prevenir los efectos nocivos para la salud y el bienestar humanos del cambio climático antropogénico, sin embargo, desde hace tres décadas los tomadores de decisiones de todo el mundo han hecho muy poco y hay escasas medidas significativas.

Por ello, la generación mundial de electricidad sigue dominada por los combustibles fósiles, mientras que la contribución de las energías renovables es de solo el 8.2% del total mundial, al mismo tiempo que la demanda total de energía ha aumentado 59%, lo que ha incrementado las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) hasta alcanzar su máximo histórico en 2021.

Actualmente continúa el aumento catastrófico de la temperatura y los científicos calculan que se podría llegar a entre 2º y 7º C para finales de este siglo, considerando que para 2030 las emisiones de GEI estarán entre un 7% y 13% por encima de los niveles de 2010; muy lejos de la meta de disminuir en 43% los niveles actuales para poder cumplir los objetivos del Acuerdo de París de 2015 y mantener la temperatura global dentro de los límites de la adaptación.

Es decir, que COP tras COP, las emisiones en lugar de disminuir continúan incrementándose de manera inexorable. Los efectos están siendo catastróficos, pero hay algunos de cuyo impacto poco se habla: los relacionados con la salud de sus 7 mil 800 millones de habitantes debido al rápido aumento de las temperaturas.

Este es un tema que se debería discutir en la 27ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), que se llevará a cabo del 6 al 18 de noviembre, en Sharm el-Sheikh, Egipto, ya que, sin duda, se trata de una de las consecuencias más trascendentes del daño que ha causado el ser humano al medio ambiente del planeta.

Conforme avanza el calentamiento global los riesgos a la salud mundial se incrementan y, de hecho, se juntaron con los efectos de la pandemia de COVID-19 en estos tres años pandémicos, lo cual agravó la presión sobre los sistemas de salud de todo el mundo.

Algunos de ellos son analizados en El informe 2022 la cuenta atrás sobre la salud y el cambio climático: la salud a merced de los combustibles fósiles de la revista The Lancet, llevado a cabo por 97 científicos de 17 países, encabezados por Marina Romanello, del Instituto de Salud Global de la University College London. En él se indica que las poblaciones vulnerables como los adultos mayores de 65 años así como las niñas y niños menores de un año, estuvieron expuestas a más días con olas de calor en 2021 que las ocurridas en 20 años (1986-2005); y las muertes relacionadas con el calor aumentaron un 68% entre 2017 y 2021.

La exposición al calor provocó la pérdida de 470 mil millones de horas potenciales de trabajo en todo el mundo durante 2021, con pérdidas potenciales de ingresos equivalentes al 1% de la producción económica mundial, que aumentan hasta el 5% y 6% del PIB en los países con un Índice de Desarrollo Humano (IDH) bajo, donde los trabajadores son más vulnerables a los efectos de las crisis financieras.

Asimismo, durante 2021 y 2022 los fenómenos meteorológicos extremos causaron estragos en todos los continentes y causaron daños por 253 mil millones de dólares en 2021, lo que afectó especialmente a la población de los países de bajos ingresos. Las inundaciones en Australia, Brasil, China, Europa occidental, Malasia, Pakistán, Sudáfrica y Sudán del Sur causaron miles de muertes y desplazaron a cientos de miles de personas de sus hogares y comunidades.

Mientras tanto, los incendios forestales causaron estragos en Canadá, Estados Unidos, Grecia, Argelia, Italia, España y Turquía, y se registraron temperaturas récord en muchos países, como Alemania, Australia, Canadá, España, India, Italia, Omán, Turquía, Pakistán y el Reino Unido.

El estudio indica que el calentamiento global está afectando la propagación de enfermedades infecciosas, lo que significa un mayor riesgo de padecer enfermedades emergentes y coepidemias como cólera, dengue y paludismo o malaria.

Tan solo en el continente americano el paludismo aumentó entre un 31% y 33%, y la transmisión del dengue se incrementó 12% en el mismo periodo. Entre 2020 y 2022 la coexistencia de brotes de dengue con la pandemia de COVID-19 provocó más presión sobre los sistemas de salud, errores de diagnóstico y dificultades en el manejo de ambas enfermedades en muchas regiones de América Latina, Asia y África.

Por otro lado, la prevalencia de la desnutrición aumentó durante la pandemia de COVID-19, y 161 millones de personas más se enfrentaron al hambre durante 2020, ya que el incremento de las temperaturas climáticas empeoró la estabilidad de los sistemas alimentarios mundiales y las cadenas de suministro, que amenazan de desnutrición a 13 millones de personas más en 2022.

La actual dependencia de los combustibles fósiles y el conflicto geopolítico ocasionado por la invasión rusa de Ucrania ha ocasionado una crisis energética internacional que está socavando la salud mundial ya que mientras estas crisis se desarrollan, el cambio climático se intensifica sin cesar. El empeoramiento de sus efectos daña cada vez más los fundamentos de la salud y el bienestar humanos, exacerba la vulnerabilidad de las poblaciones ante las amenazas sanitarias concurrentes.

La salud mundial depende de los combustibles fósiles y de continuar las políticas actuales el planeta superará el aumento catastrófico de la temperatura antes de que termine el presente siglo y los efectos los sufrirán las actuales y futuras generaciones. Vaya manera de conmemorar una convención internacional que desde hace 30 años nos ha alertado de la catástrofe que se vive y que empeorará.

Comentarios y sugerencias: @abanav, abanav@gmail.com y sapiensideas.com