A partir del 1 de agosto, los trabajadores de la Administración Pública Federal que hayan completado su esquema de vacunación contra Covid-19, podrán regresar a laborar en sus oficinas, aunque tendrán que aplicarse una prueba contra coronavirus para evitar contagios, informó la Secretaría de la Función Pública.
Mediante el Diario Oficial de la Federación (DOF), la dependencia que encabeza Roberto Salcedo, publicó el acuerdo que establece que los empleados que todavía no estén vacunados con las dos dosis seguirán realizando su labor a distancia.
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También las personas discapacitadas, de la tercera edad, mujeres embarazadas, o en etapa de lactancia y con enfermedades crónicas, se mantendrán trabajando desde sus hogares por tratarse de población vulnerable.
El retorno a centros de trabajo será indefinido
En medio de la tercera ola de contagios, la dependencia expuso que la medida estará vigente a partir del 1 de agosto y por tiempo indefinido hasta en tanto, se emita el acuerdo de conclusión de sus efectos.
"Los servidores públicos que trabajen a distancia deberán observar en todo momento el horario de su jornada laboral, durante la cual mantendrán plena disponibilidad, además de desempeñar sus funciones con el debido cuidado y esmero, atendiendo en tiempo y forma las instrucciones de su superior jerárquico", indica el texto.
La medida no aplica en todas las dependencias federales
Aclaró que esta medida no aplica para los empleados de las secretarías de Defensa Nacional, Marina, Seguridad y Protección Ciudadana, la Guardia Nacional, las instancias de Seguridad Nacional y Seguridad Pública.
Mientras que en el caso de la Secretaría de Salud, el IMSS, ISSSTE, Institutos Nacionales de Salud y Alta Especialidad, y las demás instituciones que prestan o están relacionadas con los servicios de salud, podrán aplicar las disposiciones del acuerdo, sin alterar el debido cumplimiento de las funciones.