Urgen transportistas de CDMX a resolver pendientes del gremio

Los transportistas aclararon que “la seguridad no tiene que ver con el GPS y las barras contadoras; para eso están las cámaras, aunque estas no están ligadas al C5 en tiempo real”.

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Integrantes de la Fuerza Amplia de Transportistas (FAT) externaron su desacuerdo para convertirse en empresas y participar en la Tarjeta Ciudad al considerar que es un esquema que ha llevado a la quiebra a quienes optaron por él.

El vocero del gremio Nicolás Vázquez, explicó que como parte de los requisitos para pasar la revista vehicular de este año, la Secretaría de Movilidad (Semovi), quiere imponer la colocación en cada una de las unidades del Sistema de Posicionamiento Global (GPS), además de barras contadoras de pasajeros como primer paso para integrarlos al sistema de recaudo donde se encuentran otras empresas, como las concesionarias del Metrobús.

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Los transportistas aclararon que "la seguridad no tiene que ver con el GPS y las barras contadoras; para eso están las cámaras, aunque estas no están ligadas al C5 en tiempo real".

Los dirigentes transportistas revelaron que hace algunos días, en una reunión con varios de ellos, Roberto Capuano Tripp, director General del Órgano Público Descentralizado Metrobús, dijo que el fideicomiso del Sistema está en quiebra.

Señalaron que lo mismo ocurre con varias de las empresas concesionarias de las que ellos mismos son parte, expresaron, por lo que dudan de los motivos por los cuales quieren orillar a los actuales concesionarios individuales a convertirse en empresa.

El concesionario dijo que el fideicomiso se soportaba solo, pero a partir de ciertas decisiones políticas de pasadas administraciones al incluir recorridos que no aportan siquiera lo que se gasta, "se vino a pique" y para que pueda seguir funcionando con la tarifa que hasta este momento tiene el Metrobús, se le han inyectado subsidios del gobierno de la ciudad por miles de millones de pesos.

Hace tres años fueron 700 millones de pesos de subsidio, hace dos años poco más de mil millones de pesos, el año pasado consideran los transportistas que fue algo así como mil 500 millones de pesos, porque los costos de operación van subiendo y se necesitan más recursos.

El otro tema de primera importancia para los concesionarios es la certeza jurídica de las concesiones, que al vencerse, por ley deben renovarse por el mismo lapso en que se dieron inicialmente, como un derecho para quienes han ofrecido el servicio en la ciudad y que no ha sido resuelta, pese a que la secretaria de Gobierno, Rosa Icela Rodríguez se comprometió a resolver su petición.