AGUA

Crisis del agua en Yucatán: contaminación, sobreexplotación y abandono

En diversos municipios del interior del estado, los reportes de agua turbia, con mal olor, o incluso con residuos sólidos, se han vuelto cotidianos.

Escrito en YUCATÁN el

MÉRIDA, Yucatán, 23 de junio de 2025.– La península de Yucatán enfrenta una de las crisis hídricas más graves de su historia. A pesar de contar con uno de los acuíferos subterráneos más extensos del país, el agua que abastece a la población comienza a escasear o a llegar contaminada a los hogares, mientras comunidades enteras denuncian abandono institucional y colapsos en la infraestructura.

En diversos municipios del interior del estado, los reportes de agua turbia, con mal olor, o incluso con residuos sólidos, se han vuelto cotidianos. En localidades como Tekax, Tizimín, Peto y Ticul, ciudadanos han documentado que en algunos pozos el suministro ha sido suspendido durante días enteros, sin que haya información clara por parte de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán (JAPAY) ni soluciones inmediatas.

El subsuelo está saturado: problema de contaminación creciente

Expertos en hidrogeología han alertado desde hace años que el acuífero de Yucatán está gravemente afectado por infiltración de aguas negras, agroquímicos y lixiviados de basureros mal gestionados. Investigaciones de la UNAM y el CICY revelan que hasta el 70% de las muestras tomadas presentan algún nivel de contaminación fecal, lo que convierte al agua en un riesgo para la salud pública.

Además, el crecimiento urbano desordenado, la deforestación y el colapso de plantas de tratamiento han provocado que las descargas se filtren directamente al manto freático, sin pasar por ningún proceso de saneamiento.

Comunidades sin agua, pero con recibos

En comisarías y zonas rurales, las quejas más frecuentes son la intermitencia del servicio, la falta de presión, y la llegada de recibos de cobro por agua que nunca se distribuyó. En municipios como Maxcanú, Hunucmá y Umán, ciudadanos han comenzado a organizarse para exigir la rehabilitación de bombas y tuberías que llevan años sin mantenimiento.

“No pedimos nada del otro mundo. Solo agua limpia para nuestras familias. Estamos cansados de que nos ignoren”, reclamó María Tzuc, habitante de una comunidad al sur del estado.

Infraestructura colapsada y sin inversión suficiente

Según datos del Plan Estatal de Infraestructura Hídrica, más del 30% de los sistemas de distribución de agua potable en el estado tiene más de 40 años de antigüedad, y cerca del 45% del agua se pierde por fugas o conexiones clandestinas. La inversión anunciada por el Gobierno Federal para el sur-sureste ha sido insuficiente y lenta, lo que agrava la situación.

Organizaciones civiles han denunciado que en Yucatán se privilegian grandes proyectos turísticos e industriales sin que se garantice primero el acceso universal al agua segura para la población.

Yucatán se seca, y el cambio climático acelera el deterioro

La situación se ve agravada por los efectos del cambio climático, que ha provocado una disminución en las precipitaciones y un aumento en la temperatura media de la región. Esto ha reducido la recarga natural del acuífero y aumentado la demanda de agua para riego y consumo humano.

Además, la sobreexplotación por parte de granjas porcícolas y agroindustrias ha provocado la salinización de algunos pozos en zonas costeras, afectando tanto el medio ambiente como las economías locales.

¿Y las soluciones?

Aunque el gobierno estatal ha anunciado inversiones para renovar pozos y ampliar redes de distribución, no hay un plan integral de rescate hídrico con enfoque ambiental, social y técnico. Mientras tanto, crecen las protestas, se multiplican los bloqueos y la ciudadanía exige que el agua deje de ser un privilegio y vuelva a ser un derecho.