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¿Tiene un perro adolescente? Revisa estas 5 señales

Para muchas personas la adolescencia canina puede ser una etapa complicada.

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Los perros, esos compañeros peludos que nos llenan de ternura y lealtad, también atraviesan una etapa turbulenta similar a la de los humanos: la adolescencia. Entre los 6 y 18 meses de edad, nuestros adorables cachorros pueden transformarse en pequeños rebeldes, desafiando nuestra paciencia y poniendo a prueba nuestras habilidades como dueños.

Señales de que tienes un perro adolescente

Energía desbordante: Prepárate para maratones de juegos, saltos y carreras. La energía de un perro adolescente es comparable a la de un niño hiperactivo, lo que puede ser agotador para los humanos que no están preparados.

Desobediencia: Olvídate de las órdenes que tu perro obedecía a la perfección. La testarudez se apodera de ellos en esta etapa, ignorando comandos y desafiando tu autoridad.

Exploración: El mundo se convierte en un lugar fascinante para un perro adolescente. Olfatear, investigar y descubrir cada rincón son sus prioridades, lo que puede llevarlo a meterse en problemas.

Mordiscos y destrozos: Dientes nuevos y aburrimiento son una combinación peligrosa. Los objetos del hogar pueden sufrir las consecuencias de la necesidad de masticar del perro.

Cambios hormonales: Si no está esterilizado o castrado, las hormonas alterarán su comportamiento. Territorialidad, marcaje con orina e interés en otros perros son algunos ejemplos.

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Consejos para sobrellevar la etapa

  • Paciencia: La clave para superar esta fase es la paciencia. Recuerda que es una etapa temporal y tu perro volverá a ser el mismo de antes.
  • Consistencia: Mantén las reglas y la disciplina. No cedas ante las demandas de tu perro adolescente, ya que esto solo reforzará su comportamiento rebelde.
  • Entrenamiento: Continúa con el entrenamiento de obediencia, utilizando el refuerzo positivo como herramienta principal. Recompensa las buenas conductas y no castigues las malas.
  • Ejercicio: La actividad física es fundamental para canalizar la energía desbordante del perro. Dedica tiempo a jugar con él, sacarlo a pasear y realizar actividades que lo cansen física y mentalmente.
  • Socialización: Exponlo a diferentes personas, animales, lugares y situaciones para que aprenda a comportarse adecuadamente en cualquier contexto.
  • Supervisión: No pierdas de vista a tu perro adolescente para evitar que cause daños en el hogar o se exponga a situaciones peligrosas.
  • Ayuda profesional: Si te sientes abrumado por la situación, no dudes en consultar con un entrenador canino o un especialista en comportamiento animal.

La adolescencia canina, aunque desafiante, es una etapa natural que con paciencia, cariño y las estrategias adecuadas puede superarse con éxito. Recuerda que tu perro no es un ser malvado, simplemente está atravesando una fase de cambios que necesita tu comprensión y apoyo. Al final de la tormenta, tendrás un perro adulto equilibrado y feliz.