UNAM

Destacan nuevas sendas para la constitución del pensamiento

Frente a respuestas de la ciencia y la técnica, la académica Mariana Imaz se confronta con las narrativas inherentes a la historia y que brindan identidad y sentido.

Frente a la polémica, su interrogación nos habla de la importancia de la propia filosofía y la necesidad de abrir nuevas sendas para el pensamiento.
Frente a la polémica, su interrogación nos habla de la importancia de la propia filosofía y la necesidad de abrir nuevas sendas para el pensamiento.Créditos: Foto: Ilustrativa-Pixabay
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En tanto la técnica y el conocimiento científico se asumen como los dueños de todas las respuestas y poseedores absolutos de la verdad, la narrativa, el arte e incluso las humanidades, se ven reducidos al campo de la ficción y a una discusión erudita que resulta distante del acontecer cotidiano.

Hay investigadores y académicos que incursionan en estas áreas, por lo tanto, asumen el riesgo de verse sometidos a las más injustificadas críticas, en buena medida, ajenas al conocimiento de su trabajo.

Un ejemplo es el de Mariana Imaz, una joven académica surgida de la UNAM donde estudió Historia, para luego cursar dos maestrías; una en Literatura comparada por la Universidad de Barcelona y otra en filosofía por la Universidad de Santa Cruz, California, institución que en agosto de 2021 le otorgó su doctorado en dicha especialidad. 

Según la joven académica del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM, la identidad y el sentido es el resultado de lo que denomina “razón narrativa”, la cual, como lo refiere en su artículo, Principles of Narrative Reason, publicado en el volumen 60 de History and Theory en junio de 2021, viene a ser una organización o estructura interna que nos hace inteligible la experiencia cotidiana.

La joven académica cursa actualmente una estancia post doctoral en Estados Unidos y busca desentrañar esos relatos que dicen “qué” y “cómo”, alguien o algo puede o “debe” ser pensado.

La importancia de dicho estudio se hace evidente con la propia paradoja, pues no obstante ser una académica íntegra y distante del legado familiar, Mariana cayó presa de esas mismas narrativas que estudia; su propia beca, terminó convirtiéndose una herramienta para la polarización política, en un intento por deslegitimar a la Cuarta Transformación.

Gabriela Cruz Alonso, María del Mar Argüelles y Rodrigo Dorantes-Gilardi refieren en su estudio, “Métodos para Difamar”, que el argumento para construir la polémica no se centró únicamente en la beca de doctorado de Mariana Imaz, sino que incluyó y detonó una serie de descalificaciones a la propia filosofía, insinuándose que esta disciplina no debería ser incluida como área de estudio dentro de Conacyt, tildándola de innecesaria e inútil para el desarrollo del país, según afirman los mismos investigadores. 

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