TUÉTANO

Caldo de Huesos

Huesos / Ilustración
Huesos / IlustraciónCréditos: Pixabay
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14 Mar 23 - Caldo de Huesos

Hay algunos productos que se conocen desde hace cientos de años que de repente se vuelven una moda. Tal es el caso del caldo de huesos, un alimento bien apreciado por nuestros abuelos y bisabuelos que hoy se recomienda en muchos medios.

Tal vez por eso varias de mis amistades lo consumen y me han comentado que les ha traído grandes resultados. Picada por la curiosidad, me di a la tarea de investigar un poco sobre este tema y aquí te comparto algunos de los hallazgos.

El caldo de huesos es el líquido resultante de cocer a fuego muy lento justamente los huesos, pero también los cartílagos, los tendones y el tuétano, de diferentes animales, como pollo, pavo, res, cerdo o cordero, y al que a veces también se le agregan algunas verduras y especias para darle más aroma y sabor.

Si bien sus propiedades pueden variar dependiendo de sus ingredientes, siempre se considera una gran fuente de nutrientes.

Así, se sabe que aporta varios minerales, como calcio, fósforo, magnesio, hierro, cobre, potasio, sodio y zinc, así como vitaminas A y K, y ácidos grasos esenciales omega 6 y omega 3. Además, contiene compuestos de azufre, como el sulfato de condroitina y glucosamina, y una cantidad importante de colágeno, una proteína rica en 19 aminoácidos diferentes.

Al preparase a fuego o calor bajo a través de un proceso bastante largo, que puede durar hasta 48 horas, todos los nutrientes pasan al agua de cocción y se liberan en una forma en la que el cuerpo puede asimilarlos con facilidad.

Para prepararlo, se recomienda buscar huesos de animales que hayan sido alimentados de forma natural, sin antibióticos u hormonas. Todos los ingredientes se colocan en una olla grande, se les agregan dos cucharadas de vinagre de manzana o vino para favorecer que los nutrientes se liberen, y se cubren con una buena cantidad de agua.

Cuando rompe el hervor, la flama se reduce al mínimo y se deja cocer por al menos 10 horas para los huesos pequeños y 24 para los grandes. Una vez pasado ese periodo, se descartan las verduras que se agregaron y el líquido se divide en porciones pequeñas en recipientes con tapa, que se pueden refrigerar por 5 días o congelar por 3 meses. De esta manera, se puede preparar una cantidad grande y almacenarla para siempre tener este rico alimento a la mano.

Respecto a los beneficios para la salud, se señala que el caldo de huesos promueve una digestión eficiente y reduce los problemas de intestino permeable; ayuda a revertir la inflamación y refuerza el sistema inmunológico; favorece el funcionamiento de las articulaciones y con ello la flexibilidad y la movilidad del cuerpo; facilita la pérdida de peso al generar saciedad que disminuye la ingesta de comida; fortalece la piel, el cabello y las uñas; contribuye a optimizar el metabolismo y a desintoxicar el hígado; mejora la calidad del sueño y baja los niveles de ansiedad.

Algunas personas sostienen que no hay evidencia científica suficiente para demostrar todos los efectos positivos antes mencionados. Sin embargo, lo que sí es cierto es que el caldo de huesos no tiene ninguna contraindicación. Por tanto, consumirlo regularmente puede representar un buen complemento de una dieta saludable y balanceada, así como un apapacho cuando el ánimo decae y se nos antoja un plato calientito que nos reconforte el alma.

Huesos / Ilustración / Pixabay