OXITOCINA

Persona vitamina

La doctora Marian Rojas Estapé, en su libro Encuentra tu persona vitamina, afirma que se puede llegar a ser este tipo de persona

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Mujeres / IlustraciónCréditos: Pixabay
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27 Feb 23 - Persona vitamina

¿Alguna vez has escuchado el término persona vitamina? De esta forma se califica a las personas que nos apoyan, nos inspiran y nos animan. Son aquellos que nos transmiten confianza y más aún, sacan lo mejor de nosotros mismos. La persona vitamina es aquella que te llena de oxitocina, la hormona del amor, de los vínculos y la empatía, una sustancia que genera un enorme bienestar.

Las personas vitamina abren las puertas de esta hormona que nos hace sentir bien: la oxitocina, que hasta hace poco se relacionaba únicamente con el parto y la lactancia, pero en realidad es protagonista de nuestra vida en muchos sentidos. Estoy segura de que alguna vez lo has experimentado: alguien que llega a un lugar y su presencia ilumina, hace que todo a su paso se sienta bien y tranquilo.

La doctora Marian Rojas Estapé, en su libro Encuentra tu persona vitamina, afirma que se puede llegar a ser este tipo de persona. La buena noticia es que a pesar de las heridas emocionales que tengamos podemos sintonizarnos con el proceso de sanación y trabajar para ser personas vitamina.  Te explico.

Primero que nada, conviene saber que la oxitocina es la sustancia que se activa en el organismo cuando recibimos una muestra de confianza o cariño. Segregamos oxitocina al establecer todo tipo de vínculos emocionales con los que nos rodean, como durante las caricias, los masajes y el propio acto sexual. De hecho, tocar es una de las mejores formas de liberar esta sustancia. Si has escuchado que los abrazos curan, reconfortan, generan paz y mejoran el estado de ánimo, es precisamente por la liberación de oxitocina.

Otras formas de generar esta sustancia es al realizar cosas que nos gustan, como escuchar música, tener una mascota y reír con la gente que más amas, así como meditar, orar y practicar mindfulness. Encuentras oxitocina en una mirada de confianza o en una frase de ánimo que alguien te da en un momento de desolación.

Si quieres ser una persona vitamina, debes entender que lo más importante es poner ilusión y pasión en tu vida, porque ello hará que se den importantes cambios neurológicos en tu cerebro. Poner pasión en tu vida te hace capaz de actuar desde la esperanza y eso lo percibe cada una de las personas que te rodea.

Poner pasión en tu vida es poner amor en lo que haces. Lo primero que debes hacer, entonces, es encontrar lo que te gusta hacer; presta atención en tu vida y descubre tu razón de ser. Tu pasión es la razón por la que despiertas cada día, lo que puede hacerte quedar despierto hasta tarde.

Para ser una persona vitamina, es necesario aprender a escuchar activamente, dejar de ser el centro de la conversación y ser empática, es decir, ponerse en el lugar de los demás. Una persona así, es resolutiva, no busca los problemas sino las soluciones. Son optimistas desde dentro, con actitud de empuje. Una persona optimista tiene sentido del humor; no ríe por reír, sino por disfrutar la vida, ve la crítica como una herramienta para mejorar, para construir.

En su libro, Marian nos recomienda evitar a las personas que no son vitamina -a las que conocemos como tóxicas, pero la autora no las llama así porque dice que no son tóxicas en esencia, sino que generan un efecto perjudicial en los demás, una intoxicación de cortisol que incluso puede llegar a generar dolor en el cuerpo y enfermedad.

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