CÓDIGOS SAGRADOS

Códigos sagrados

Nuestros pensamientos y emociones emiten, al campo cuántico, información electromagnética que es leída por dicho campo en forma de frecuencia de onda, y no de partícula

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Números / IlustraciónCréditos: Pixabay
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02 Feb 23 - Códigos sagrados

Parece un tema de ciencia ficción, pero no lo es. Los códigos sagrados son una especie de oración con números que, a decir de los especialistas, nos conectan rápidamente con seres de luz y hacen que nuestras intenciones se tornen realidad con mayor eficacia.

De la misma manera que una palabra que define algo y le da forma a la experiencia, emitir estos códigos numéricos al campo cuántico facilita procesos en cada uno de nosotros.

Sabemos de vibraciones, de energía y física cuántica. La vibración de la energía del amor, por ejemplo, es considerada mucho más elevada y radiante que la de emociones como el miedo o el odio. Los códigos sagrados son dígitos encaminados a eso, a subir la energía de las personas que los utilizan, pero también activa su intuición y los hace mucho más comprensivos. ¿Quieres conocerlos?

De acuerdo con el Manual de códigos sagrados y sus autoras Carolina Rodríguez y Diana Cerón, cada uno de estos números o códigos debe ser repetido -no importa si es en voz baja, alta o mentalmente – y contado con los dedos o con un collar de cuentas 45 veces por 21 días consecutivos. El 45 es un número de poder, porque cuatro más cinco suma nueve y este número es como un conductor que cuánticamente da más resonancia para ser escuchado.

Diana y Carolina afirman que existen códigos para liberar el temor, para mirar la belleza dentro de sí mismo o el entorno, para hallar la paz interior, para perdonar y sanar el corazón y hasta para desarrollar emociones positivas.

José Gabriel Uribe, un colombiano mejor conocido como José Gabriel Agesta es un canalizador. Es abogado de la Universidad Javeriana y tiene diversas facultades como clarividencia y clariaudiencia. De acuerdo con las autoras, a él le fueron entregados estos números para que las personas pudieran orar con ellos y aunque pareciera un tema ficticio, está sustentado con cuestiones de física cuántica y el poder de la intención, algo de lo que hemos hablado ya en otro momento.

Nuestros pensamientos y emociones emiten, al campo cuántico, información electromagnética que es leída por dicho campo en forma de frecuencia de onda, y no de partícula.

Cuando uno repite estos dígitos, es capaz de centrar su atención o conectarse rápidamente, subir su energía y mejorar su vida.

En el Manual se señala también que existen dos tipos de Códigos Sagrados personales, uno dado por la fecha del cumpleaños: se saca el día, mes y año de nacimiento y el otro que es dado por los seres de luz -independientemente de la religión que se profese – y que se manifiestan a través de sueños, placas de carros, pensamientos o mensajes que vemos a lo largo del día.

Los números nos han acompañado en el desarrollo de la humanidad desde que el hombre es hombre, y la comprensión del funcionamiento matemático y geométrico fue la piedra basal para poder comprender el lenguaje fractal que se manifiesta desde el macrocosmos hacia el microcosmos.

Los números vibran, materializan y equilibran al mundo que nos rodea. Basta conocer, desde las matemáticas, el teorema de Pitágoras, la ley de la gravitación universal y la mecánica cuántica, ejemplos ideales de la forma en que los números marcan el rumbo de nuestra vida. Los códigos sagrados deben ser comprendidos así, como ley, no como una creencia ni siquiera un milagro, porque el funcionamiento del universo se rige por leyes de física cuántica.

Los códigos sagrados son frecuencias electromagnéticas decodificadas en patrones numéricos.

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