NOCHE

La Noche

Pocos momentos han merecido tanta poesía y tantas canciones como la noche, ese espacio cotidiano en el que el sol se oculta y la oscuridad domina los ánimos y el ambiente.

Oscuridad de la noche
Oscuridad de la nocheCréditos: https://pixabay.com/es/
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la noche

En brazos de la noche se guarda y perpetua la promesa del día escribió el poeta español tomas Segovia, mientras que el escritor colombiano Álvaro Mutis se refirió a ella diciendo “llega la noche como un aceite de silencio y pena, a su corriente me rindo armado apenas con la precaria red de truncados recuerdos y nostalgias” ¿y para ti que significa la noche? ¿ qué sentimientos te despierta?

El escritor inglés Al Alvarez publicó en 1995 un libro titulado precisamente la noche, en el que hace interesantes reflexiones sobre el tema, él consideraba que las personas habían perdido el contacto con la noche desde hace unos 150 años, cuando la luz eléctrica comenzó a transformar la percepción del entorno nocturno, la nombra la colonización de la noche. A través de la serie de progresos técnicos y avances de iluminación que permitieron que los horarios de todas las personas cambiaran y se extendieran sin más limite que su voluntad y su cansancio, pero te imaginas como habrá sido la noche para los hombres y mujeres primitivos, como era la noche de la prehistoria.

El hombre comenzó a dominar el fuego hace unos 350 mil años y a hoguera nocturna se convirtió en espacio de luz, punto de reunión y lugar de protección, desde entonces y por cientos de años el fuego fue la única fuente de luz de los eres humanos, primero como teas encendidas, y más adelante como velas y lámparas de aceite, petróleo o gas.

La vida y el festejo nocturno eran posibles solo para los reyes y las familias de abolengo que podían costear el gasto de infinidad de velas, los campesinos y la gente sencilla en cambio, solían más bien levantarse al alba y dormirse al anochecer.

Las ciudades poco a poco tuvieron sus primeros alumbrados públicos de lámparas que alimentaban el fuego con gas, aunque su luz era muy tenue comparada con la que gozamos ahora. Hay un grabado muy hermoso del siglo XIX realizada por el artista Casimiro Castro que representa un paseo nocturno entorno a la Catedral de la Ciudad de México en una noche de luna llena, cuando las familias se volcaban a las calles para aprovechar un resplandor que no podía dejarse pasar. Por aquellos tiempos el poeta Manuel Gutiérrez Nájera le cantó a la noche con estas palabras “la noche no desciende de los cielos, es marea profunda y tenebrosa que sube de los astros.

El alumbrado público con luz eléctrica inició a fines del siglo XIX y fue entonces donde todo cambio porque esa luz entro a las casas en formas de bombillas que equivalen a unas 100 velas. La noche se convirtió se transformó en un espacio de diversión, trabajo y actividad febril, sin duda es grato vivir en este tiempo y gozar de las comodidades que la iluminación de la noche nos proporciona, pero de tanto en tanto valdría la pena recordar los tiempos remotos en los que el fuego y la luz fueron punto de unión y espacio para el afecto, la conversación y la amistad.

Te invito a proteger el misterio de la noche y a celebrar el milagro de reunirnos en torno a la simbólica hoguera del amor de la familia… La Noche