CONCIENCIA NUMÉRICA

Conciencia numérica

Responder a los números es un invento extraordinario; por lo tanto, es un rasgo que surgió hace millones de años y que se ha mantenido a lo largo de la historia evolutiva en este planeta porque representa una ventaja para la supervivencia

Números / Ilustración
Números / IlustraciónCréditos: Pixabay
Escrito en PODCAST el

Audio relacionado

Su navegador no soporta la reproducción de audio por HTML 5
29 Sep 22 - Conciencia numérica

Por mucho tiempo se pensó que los humanos eran las únicas criaturas capaces de tener una conciencia numérica; sin embargo, varias investigaciones con otras especies desmienten ahora esta idea.

Responder a los números es un invento extraordinario; por lo tanto, es un rasgo que surgió hace millones de años y que se ha mantenido a lo largo de la historia evolutiva en este planeta porque representa una ventaja para la supervivencia.

Si bien parece que muchas especies son capaces de contar, en realidad lo que hacen es distinguir cantidades; sin embargo, esta habilidad es suficiente para ayudarles a resolver un amplio abanico de problemas y tomar buenas decisiones.

Para mostrarte cuán extraordinarias son esas habilidades, aquí te mostraré varios ejemplos sorprendentes.

Los microbiólogos han observado que algunas bacterias pueden percibir cuántos otros individuos hay a su alrededor. Este es el caso de Vibrio fischeri, una especie capaz de emitir luz de forma similar a las luciérnagas. Cuando estas bacterias se encuentran dispersas en una solución acuosa; es decir, como células aisladas, no emiten luz; sin embargo, si su población cree hasta cierto número, todas empiezan a brillar al mismo tiempo. De esta manera, ellas pueden reconocer el momento en que alcanzar el “quorum” suficiente para producir su luz.

Por su parte, la planta carnívora Dionaea muscipula sabe hacer cálculos para decidir cuándo capturar una presa. Esta planta, que solo consume insectos si escasean los nutrientes del suelo, tiene que elegir si le conviene cazar o no por la cantidad de energía que consume. Para actuar sin cometer errores, cuenta el número de veces que una posible presa roza los pelos sensores de sus hojas. Un único roce puede significar una falsa alarma, por eso espera a sentir un segundo contacto para cerrar sus “fauces”. De este modo, se asegura de que los números siempre salgan a su favor.

Salir de su escondite puede ser un gran riesgo para los cangrejos. Por ello, algunos han aprendido a “contar” sus pasos, para regresar a su guarida ante la presencia de un depredador. Para probar esta destreza, unos investigadores pusieron un parche resbaladizo en su camino, de tal manera que al pasar sobre él dieran varios pasos sin avanzar. Así, los que atravesaron el parche caminaron más allá de la entrada de su guarida, mientras que los que no tuvieron que enfrentarse a ese obstáculo llegaron al lugar preciso.

Un ejemplo más, y quizá el más asombroso, es el del tordo común que acostumbra introducir sus huevos en nidos ajenos para no tener que incubarlos. Para lograr su cometido, esta ave calcula tanto la cantidad de huevos que ya hay en el nicho elegido para que el otro pájaro no perciba que hay más de la cuenta, como el tiempo de desarrollo de la cría, para llegar justo a tiempo a recuperar a su polluelo. Así, este pájaro muestra una increíble capacidad cognitiva que implica vigilar un nido durante varios días, evaluar el cambio en el número de huevos, recordar los días que han pasado y comparar valores para decidir si pone su huevo o no.

Como lo señala Brian Butterworth, experto en cognición animal, todos estos ejemplos nos confirman que “El universo está escrito en el lenguaje de las matemáticas, no solo para el ser humano, sino también para todas las criaturas”.

Planta carnívora Dionaea muscipula / Ilustración / Pixabay