JARDÍN DE LLUVIA

Jardín de lluvia

Hoy quiero compartirte una idea ecológica que puedes llevar a la práctica en tu casa o comunidad para ayudar a aprovechar más eficientemente el agua de lluvia

Jardín de lluvia / Ilustración
Jardín de lluvia / IlustraciónCréditos: Pixabay
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26 Jul 22 - Jardín de lluvia

¿Eres de las personas a las que les gustan los espacios verdes y de las que siempre están dispuestas a mejorar el medio ambiente?

Sí es así, hoy quiero compartirte una idea ecológica que puedes llevar a la práctica en tu casa o comunidad para ayudar a aprovechar más eficientemente el agua de lluvia, recargar los mantos acuíferos y crear espacios naturales cerca de donde vives.

Se trata de construir un jardín de lluvia, llamado así porque es un área de vegetación cultivmediante el agua pluvial y diseñada para captar los escurrimientos y prevenir inundaciones.

Los jardines de lluvia son terrenos manejados para evitar la saturación del suelo y favorecer la penetración de la humedad, al dirigirla, concentrarla y facilitar su absorción.

Promueven que la lluvia siga su camino natural hacia el subsuelo, en lugar de que viaje sobre las calles y azoteas en las que se puede acumular y crear problemas.

Constituyen un sistema para purificar el agua de forma natural a través de su paso por las capas del suelo, y para promover la eliminación de los contaminantes que se concentran cuando corre sobre el asfalto y el cemento o por terrenos cubiertos de basura.

Este tipo de jardines permite utilizar el agua dentro de las ciudades, en lugar de desalojarla sin ningún provecho a través del sistema de alcantarillado y drenaje.

Contribuye además a que consumamos menos agua para riego; a que se creen nuevos hábitats para especies silvestres, y a mejorar el valor estético de nuestra localidad.

Construir un jardín de lluvia no es complicado; sin embargo, es necesario seguir una serie de pasos y tomar algunas precauciones que a continuación te menciono:

El primer paso consiste en ubicar el mejor terreno para el proyecto, el cual debe encontrarse en al cauce natural de las escorrentías, pero lejos de los cimientos de las casas o banquetas que se puedan erosionar.

Lo ideal es que sea un área con una pendiente mínima de 2% y que no se localice debajo de las copas de los árboles.

La tierra del área seleccionada debe ser apropiada. Para ello, cava una pequeña fosa y llénala con agua para cerciorarte que la zona presenta una buena permeabilidad.

Si es necesario, mezcla la tierra original con arena y hojarasca para mejorar si capacidad de absorción.

La profundidad ideal del jardín es de 10 a 20 cm. Así que excava el suelo hasta ese nivel y aplana el fondo hasta eliminar las protuberancias grandes.

Con la tierra excavada forma un pequeño borde alrededor del jardín que le sirva de contención.

Llena ahora el espacio con tierra enriquecida con abono o composta y siembra las plantas de tu preferencia, pero que se encuentren bien adaptadas a las condiciones climáticas de la región.

Conviene plantar herbáceas que produzcan flores junto con arbustos de raíz profunda que ayuden a retener el suelo.

Finalmente, compacta la tierra y añade un poco más de hojarasca alrededor de las plantas sembradas para ayudarles a conservar la humedad.

En los primeros años deberás darle mantenimiento frecuente para eliminar las malezas y las plantas que lleguen a morir, pero después de esa etapa el jardín será lo bastante fuente para sostenerse por sí mismo.

Tener un jardín de lluvia es una buena aportación para proteger nuestro medio ambiente, pero sin duda es también una buena práctica para vivir mejor.

Jardín de lluvia / Ilustración / Foto de Kouji Tsuru en Unsplash