Basura ¿Cuál debe de ser su lugar?

Varias generaciones crecimos escuchando el popular consejo que dice: “pon la basura en su lugar”; pero ¿sabemos realmente cuál debe ser ese lugar?

Esta conocida frase surgió como una recomendación contra el mal hábito de tirar la basura en calles, parques, bosques y otros sitios.

Si bien esta es una sabia sugerencia que en su momento ayudó a crear conciencia sobre los impactos que ocasiona la basura, hoy es claro que se ha quedado muy corta porque ya no basta con que la coloquemos en un bote y nos olvidemos de ella.

Con una población de 125 millones de mexicanos, que genera en promedio 1 kg de residuos por día, los cuales contribuyen a graves problemas ambientales como la contaminación de los mares o el cambio climático, es claro que el mejor lugar que hay para la basura es el que no existe, porque la mejor basura es la que no se genera.

Aunque el gobierno tiene la responsabilidad de proveernos de un servicio eficaz de limpia, eso no nos exime de hacer todo lo que esté en nuestras manos para genera la menor cantidad posible de residuos y de ayudar a que se reciclen aquellos que es imposible dejar producir.

Un punto clave para reciclar los residuos es la separarlos desde casa, ya que al mezclar todos los tipos de residuos creamos un verdadero mugrero difícil de tratar y del que no se pueda sacar otra cosa que no sea un olor pestilente, un medio de cultivo para la fauna nociva y una fuente de enfermedades y contaminación.

Al manejarlos así podemos obtener grandes beneficios, como:

• Promover empleos a través del reciclaje.
• Evitar que los rellenos sanitarios se saturen.
• Favorecer la elaboración de composta, y
• Dignificar el trabajo de las personas que recolectan la basura.

Lo más común es que los residuos se separen en orgánicos e inorgánicos; sin embargo, se obtienen mejores resultados si los separamos en los siguientes grupos:

1. Residuos orgánicos. Son las cáscaras de frutas y verduras, residuos del jardín, etc. Debes colocarlos en bolsas de plástico para evitar escurrimientos.
2. Papel y periódico. Deben estar limpios y secos; sin etiquetas, clips o plásticos adheridos. Si te es posible apílalos y amárralos.
3. Cartón. Incluye los residuos de cajas de color café y gris. También debe estar seco, limpio y de preferencia amarrado.
4. Aluminio. Corresponde a las latas que se pueden aplastar fácilmente con la mano, como las de refresco. No les quites el anillito con que se destapan y apachúrralas para que ocupen menos espacio.
5. Otros metales. Son las latas que no se pueden aplastar tan fácilmente. Enjuágalas y apachúrralas.
6. Envases de PET. Los distingues porque traen un número 2 como código de identificación. Enjuágalos y compáctalos.
7. Otros plásticos. Son los botes de limpiadores, bolsas, etc. Sus códigos de identificación son los números 1, 3, 4, 5, 6 y También deben ir limpios.
8. Vidrio. Debe ir lavado y sin tapas. Si puedes sepáralo por colores.
9. Envases Tetrapak, como los de leche. Éstos también los debes enjuagar y aplastar.
10. Residuos sanitarios. Son los pañales y toallas sanitarias. Ponlos en bolsas bien cerradas. El papel de baño échalo al escusado.

Al hacer de estas tareas un hábito e inculcarlo en nuestras familias, no sólo estaremos contribuyendo a colocar la basura en su lugar, sino a ponerla en el mejor lugar.