HURACANES

Huracanes

Usar nombres de personas, en vez de números o términos técnicos tiene como objetivo principal, evitar confusión y facilitar la divulgación de alertas.

Huracán / Ilustración
Huracán / IlustraciónCréditos: Pixabay
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3 JUNIO Huracanes

Katrina, Georges, Sandy, Andrew, Patricia, Harvey, Irma y Florence. Los huracanes son uno de los mecanismos que tiene el sistema terrestre para redistribuir la energía de la luz del sol, que llega de manera desigual a la Tierra.

Durante primavera y verano, estaciones en las que hace más calor, es cuando se dan las temporadas de huracanes. Estos eventos son, definitivamente, un fenómeno meteorológico de hace mucho tiempo, pero no así la forma de nombrarlos.

Hoy, la regla más común nos indica que la alternancia de los nombres debe hacerse en forma genérica, una mujer, un hombre, una mujer, un hombre, pero la tradición no siempre fue la misma. Te cuento

Usar nombres de personas, en vez de números o términos técnicos tiene como objetivo principal, evitar confusión y facilitar la divulgación de alertas.

En la era victoriana en Gran Bretaña, las tormentas solían nombrarse al azar. Así, una tempestad que sacudió el océano Atlántico en 1842 y que destruyó el mástil de un barco llamado Antje, se llamó Huracán Antje.

Allá por 1800, algunos huracanes en Las Antillas llevaron nombres de santos, de acuerdo con el día en que se manifestaban. Así, estuvo Santa Ana, o San Felipe, huracanes que afectaron a Puerto Rico en septiembre de 1876 y 1928, respectivamente.  

En 1953, cambiaron las reglas: Estados Unidos comenzó a nombrarlos con nombres femeninos. Esta práctica duró hasta 1978, ya que posteriormente y para evitar el desequilibrio de género, se acordó utilizar nombres,  tanto femeninos como masculinos en áreas del Golfo de México, el Caribe y el Océano Atlántico.

La Organización Meteorológica Mundial y el Servicio Meteorológico de Estados Unidos decidieron alternar nombres de hombres y mujeres para llamar a las tormentas y los huracanes. Decidieron también darles un nombre sencillo que limitara las posibilidades de error a la hora de emitir alertas.

Cada año se prepara una lista con los nombres que recibirán los huracanes para cada temporada, ésta se repite cada seis años y en ella se incluye un nombre por cada letra del alfabeto y se alterna un nombre femenino con uno masculino. Es muy importante saber, que las letras Q, U, X, Y y Z no se incluyen, debido a que son pocos los nombres que se inician con esas letras.

También, aunque se repiten cada seis años, cada año se editan y cuando se presenta uno sumamente catastrófico, su nombre es retirado de la lista para evitar que la gente lo asocie con algo devastador. Por ejemplo, Katrina, el huracán que dejó más de 2 mil muertos en 2005, en Nueva Orleans, fue sustituido en nombre por Katia, en 2011.

Si cualquier país se ve gravemente afectado por un huracán, tiene la posibilidad de pedir que se retire el nombre de las listas a futuro cercano para evitar confusiones.

La lista anual es por 21 nombres, en el caso de que más de 21 ciclones tropicales ocurran en una temporada, tormentas adicionales toman su nombre del alfabeto griego. Cada zona del planeta que sufre huracanes, ciclones o tormentas tropicales tiene su propia lista de nombres.

Así, todos los años se reúnen 30 representantes de países integrantes del Comité de Huracanes y la Organización Meteorológica Mundial y son ellos quienes deciden los nombres que usarán este año para designar los fenómenos. 

Huracán / Ilustración / Pixabay