ABRAZAR VACAS

Abrazar vacas

Hoy quiero hablarte de una nueva tendencia que nos lleva a elevar nuestro nivel de oxitocina: abrazar vacas. ¿Cómo? Sí, abrazarlas para recuperar la calma. Resulta que estos animales tienen un carácter muy amable y sosegado, así que pasar un momento a su lado nos permite relajarnos.

Vaca / Ilustración
Vaca / IlustraciónCréditos: Pixabay
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26 MAYO - ABRAZAR VACAS

El estrés se ha convertido en uno de los mayores problemas de salud del siglo XXI y más concretamente de esta pandemia. Nuestro estilo de vida nos ha lanzado a jornadas interminables -aunque estas sean desde casa - y a un encierro involuntario aunado a la distancia social impuesta. 

Ya hemos hablado de lo importante que es la interacción con animales para reducir los niveles de estrés e incluso elevar nuestros niveles de oxitocina, una hormona con la cual sentimos bienestar, estamos más tranquilos y con mejor predisposición ante los demás.

Hoy quiero hablarte de una nueva tendencia que nos lleva a elevar nuestro nivel de oxitocina: abrazar vacas. ¿Cómo? Sí, abrazarlas para recuperar la calma. Resulta que estos animales tienen un carácter muy amable y sosegado, así que pasar un momento a su lado nos permite relajarnos y olvidar el estrés del día a día.

Esta terapia, también llamada koe knuffelen, nació en los Países Bajos y se extendió por otros países, como Estados Unidos y Suiza, gracias a los resultados que ha revelado en la reducción de estrés. 

Existen algunas versiones que señalan sus inicios en una granja localizada a las afueras del pueblo de Voorst, a unos cien kilómetros del este de Ámsterdam. Dicen que esta práctica surgió gracias a la familia Bouman hace unos 20 años, que se invitaba a las personas que llegaban de la ciudad para que conocieran la vida en la granja lechera y la vida con las vacas.

¿Cómo funciona la terapia? En realidad es un intercambio de energía positivo. Abrazar a la vaca relaja, te lleva a sentir su calidez, los latidos de su corazón. Esta terapia es una gran experiencia en la que todos ganan: el que abraza y los abrazados.

Si alguna vez has experimentado esa sensación de apoyo emocional al acurrucarte con tu perro o gato, déjame contarte que de acuerdo con recientes estudios al respecto, este sentir se acentúa con mamíferos más grandes, como vacas o caballos.

De hecho, un estudio realizado por científicos franceses y austriacos en 2007, encontró que las vacas muestran signos de placer y relajación. El estudio revela que su relajación es tan profunda que permite que sus orejitas caigan hacia atrás con  masaje en el cuello y la parte superior de su espalda.

En la granja Noord Empe, como en algunas otras granjas, existen diferentes planes y visitas para grupos pequeños. La terapia tiene un costo aproximado de entre 25 y 75 euros por persona, que equivale a 577 a mil 730 pesos.  En Estados Unidos la experiencia puede alcanzar los 300 dólares.

La actividad normalmente se inicia con un encuentro las personas de la granja en el que se explica la terapia y una taza de té caliente con galletas o un rico desayuno.Según la temporada, la visita a las vacas se hace al aire libre o no. La guía da una breve explicación de cómo entender los sonidos de la vaca y qué movimientos realizar y dónde.

Esta terapia, que se ha extendido a diferentes países, va desde un rato de cepillado o caricias hasta incluso algunas conversaciones con los rumiantes. Es diferente que la terapia equina en la cual los caballos se quedan de pie; en estas sesiones, de forma espontánea las vacas se acuestan tranquilamente en la hierba y con ello permiten interacciones más cercanas con sus visitantes. ¿Te imaginas sentarte al lado de la vaca, cepillarla y sentir el calor de su cuerpo y al mismo tiempo la tranquilidad que refleja?

Niña y vaca / Ilustración / Pixabay