Me encanta festejar mi cumpleaños, me dice Susana. Cada año me vuelvo una niña pequeña en la espera de esa fecha tan importante para mí, donde espero llamadas, mensajes y muestras de cariño de la gente que me tiene presente en su vida. En torno al pastel me rodean mis nietos que me cantan feliz cumpleaños y yo me dejo querer. La escucho y me emociono de saber lo importante que es para ella el festejo de esa fecha tan especial.
Mientras más crecemos menos queremos festejar nuestro aniversario de nacimiento. ¿A cuántas personas conocemos que no solo no les encanta celebrarlo, sino que incluso ocultan su fecha de nacimiento para que nadie se entere porque no les gusta? Una de las razones de apatía ante el festejo de esta fecha es mirar el paso del tiempo y frustrarte por lo que no has logrado. Es importante aceptar que cumplir años es inevitable y que no son la cantidad de años, sino la calidad de vida lo que debemos aprender a valorar.
Hoy quiero compartir contigo lo importante de esta celebración. Tu cumpleaños es el inicio de tu vida, el aniversario de tu nacimiento, por así decirlo. Es un día importante porque tú eres importante. Tu impacto en el mundo importa y genera efecto en este. Celebrar tu fecha de nacimiento en cada año es ejercer un ritual de agradecimiento y de logros.
Es importante reconocer que has vivido un año más, que eres afortunado, porque vivir es un privilegio. Tu cumpleaños está aquí para recordarte que aún puedes cumplir tus metas y sueños, pero, sobre todo, cambiar el mundo. Festejar tu fecha de nacimiento es reconocer tu existencia, celebrar la vida, agradecerla.
De acuerdo con el psicólogo francés Christian Heslon, el cumpleaños es una referencia a la procreación, a encuentros familiares y a fechas periódicas y por eso, las mujeres tienen mayor necesidad de celebrar los cumpleaños que los hombres.
Celebrar el cumpleaños, dice Christian Heslon ayuda a aceptar el paso del tiempo, a envejecer mejor o en todo caso a cerrar la brecha entre nuestra edad subjetiva o la que sentimos y la cronológica o real. Anímicamente, festejar nuestro aniversario de nacimiento es beneficioso, ya que representa una especie de fiesta personal en la que se consolida el yo. Para celebrarlo, no es necesario que realices una gran fiesta, simplemente puedes ir a tomar un café o un helado con los amigos y decir: hoy es mi cumpleaños o simplemente hacer algo especial por ti, dejarte querer.
Si alguien te felicita o te da algún detalle, lo menos que puedes hacer es alegrarte y agradecer porque eso es señal de que esa persona te valora.
Ese día especial, alégrate, haz lo que más te gusta y planea tu horario con respecto a lo que desees hacer: tu comida favorita, tus seres queridos, un momento único y particular. Ten presente - siempre, pero al menos ese día especial – que eres una persona maravillosa, haz una retrospectiva y mira todos esos obstáculos que has superado a lo largo de tu vida. Aprecia esos momentos inolvidables que has vivido y todas las experiencias que has tenido. Al final, cada día es un gran día. Que tu cumpleaños también sea un homenaje, un tributo a tu vida, un espacio tuyo, tu día. Felicidades y disfrútalo.