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Me encanta salir a despejarme en la bicicleta. Sentir el aire en mis mejillas mientras doy vueltas me invita a reflexionar en todo lo que me acontece. Me relaja, me pone de buen humor. En realidad, andar en bicicleta tiene muchos beneficios, más de los que nos podemos imaginar. Hoy te comparto algunos.
Eduardo Calixto, cirujano con doctorado en Neurociencia de la UNAM, afirma que andar en bicicleta es un ejercicio que mejora las conexiones neuronales del cerebro, ya que contribuye a beneficiar procesos de concentración y eficiencia en la memoria. Es muy sencillo: hacer ejercicio eleva tu proceso de atención hasta en un 30 por ciento.
La práctica de andar en bicicleta aumenta, además, la frecuencia respiratoria y la captura de oxígeno a nivel pulmonar. También, de acuerdo con estudios holandeses, el ciclismo mejora la integridad y densidad de la materia blanca del cerebro al incrementar la conexión del sistema límbico, una región que se caracteriza por interpretar emociones.
En el plano neuronal y químico, el ciclismo levanta los niveles de sustancias como la dopamina y las endorfinas, que nos ayudan a sentirnos felices y además acrecientan nuestra capacidad de retención, porque cuando uno está muy contento, es más fácil que estar alerta y recordar las cosas con facilidad.
Hacer ejercicio ayuda a que nuestro cerebro conecte y divida neuronas, sobre todo en la región llamada hipocampo, y eso hace que tu memoria mejore y con ello, el metabolismo del cerebro. Hacerlo al aire libre y con luz solar, como en el ciclismo, hace que se aprovechen más estos beneficios.
De acuerdo con un estudio publicado en el Journal of Diabetes Complications, se reveló que después de 12 semanas de practicar ciclismo, los participantes ganaron fuerza en sus piernas pues su actividad cerebral se optimizó y eso generó un aumento en el factor neurotrófico, el responsable de la proliferación, diferenciación y supervivencia de las neuronas.
Andar en bicicleta no solo te hará sentir mejor, sino también te llevará a ser mucho más inteligente y vivaz. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Illinois, se encontró que el hipocampo de los participantes creció dos por ciento, su memoria y capacidad de resolver problemas presentaron un progreso de 15 a 20 por ciento después de seis meses de práctica diaria.
Y claro, andar en bicicleta también combate sobrepeso y obesidad, dos padecimientos relacionados con otros problemas de salud. El ciclismo frecuente ayuda a adelgazar, a tonificar y a quemar grasas. Media hora de bicicleta quema entre 170 y 250 calorías en un ritmo relajado y en uno intenso, hasta más de 400.
También, andar en bici mejora las funciones del corazón, reduce la presión arterial, acelera tu metabolismo, disminuye el estrés y la ansiedad, así como la glucosa en sangre. Este ejercicio mantiene tu masa muscular, optimiza la resistencia y tu ritmo respiratorio.
Lo ideal para comenzar a practicar, es realizar un precalentamiento de 10 a 15 minutos a un ritmo moderado y luego incrementar la intensidad durante 1 minuto y repetir cinco veces por un par de semanas hasta que adquieras condición física. Empieza con tiempos de 30 minutos en lo que tu organismo se acostumbra. La bicicleta es una forma de vivir más sano, de vivir mejor.