NOMBRES

Nombres y su importancia

Nuestro nombre o nombres forman parte de nuestra personalidad e incluso marcan algunos de nuestros comportamientos. Es carta de presentación y lo que define algunas de las circunstancias e incluso condiciona la manera en la que los demás nos ven

Mural con nombres / Ilustración
Mural con nombres / IlustraciónCréditos: Foto de BP Miller en Unsplash
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21 Nov 22 - Nombres y su importancia

Que suene bien, que nos traiga buenos recuerdos, que combine con los apellidos, que rinda honores a un ancestro. Nuestro nombre es, sin duda alguna, una decisión de nuestros padres que nos acompañará durante toda la vida.

Nuestro nombre o nombres forman parte de nuestra personalidad e incluso marcan algunos de nuestros comportamientos. Es carta de presentación y lo que define algunas de las circunstancias e incluso condiciona la manera en la que los demás nos ven.

Es lo primero que se dice cuando alguien nos presenta y por eso mismo, la primera impresión que se causa. Podrás pensar que un nombre es tan solo una manera de identificarnos entre un grupo de personas; sin embargo, en realidad tiene un papel indispensable en la vida de cualquier ser humano. Te explico.

De acuerdo con el significado, la etimología y el origen de los nombres, estos pueden ser determinantes hasta de nuestros éxitos y fracasos a lo largo de nuestra vida.

Diferentes estudios sociales que se han realizado han demostrado que existen nombres con tendencias al éxito a comparación de otros nombres, esto debido a una perspectiva que la sociedad tiene sobre el mismo. Lo primero es sentirnos agusto con el nombre que llevamos: conozco a personas que no les gusta su nombre y aunque esto parezca curioso, existen quejas tanto a nivel notarial como con el psicólogo.

En algunos países, incluso, existen restricciones en torno a los nombres. La islandesa Bjork Eidsdottir no tenía idea de que cuando decidió llamar a su hija Blaer, rompía la ley. De acuerdo con ese país, Blaer significa suave brisa y es considerado un nombre de varón, por lo tanto, no fue aprobado y durante toda su infancia la pequeña Blaer figuró en documentos oficiales como Niña. Al final, a Bjork le resolvió la corte del distrito de Reijiavik que Blaer podía ser considerado un nombre femenino. ¿Te imaginas?

Así, países como Alemania, Suecia, China y Japón ponen restricciones en los nombres a fin de cumplir ciertas normas gramaticales y de género, así como salvar a un niño o niña de posibles bochornos.

De hecho, en Islandia existe incluso una lista de 1853 nombres de mujeres y 1712 de hombres entre los que los padres pueden elegir y en caso contrario, deben pedir permiso a un comité especial.

Nombrar a tus hijos puede ser verdaderamente una prueba de creatividad o una manera de expresarse. En un nivel básico, el nombre revela detalles sobre nuestra etnia o algunos aspectos sobre nuestro origen o el año en el que nacimos. 

De acuerdo con la mirada de la biodescodificación, los nombres también transportan cargas energéticas fuertes y por eso no es recomendable utilizar un nombre que traspase varias generaciones y lo conecte a la historia de un familiar. Tampoco se aconseja llamarlos con el nombre de algún fallecido, pues a la larga tiene una connotación negativa.

Una investigación realizada en Estados Unidos reveló que a partir de los ataques del 11 de septiembre se encontró que una persona con nombre árabe tenía menores posibilidades de concretar una entrevista de trabajo. Esto forma parte de prejuicios sociales, sí, pero puede conllevar consecuencias inevitables.

Lo ideal es escoger nombres con significados positivos cuya raíz etimológica tenga buena acepción. Dicen que tener un nombre sonoro y fluido lleva a los demás a considerar a la persona agradable.

Nombres / Ilustración / Foto de CHUTTERSNAP en Unsplash