CORGIS

Corgis

El corgi es una raza proveniente de Gales, famosa por su inteligencia y carácter afable. De acuerdo con sus creadores son perros ideales para vivir con niños

Corgi / Ilustración
Corgi / IlustraciónCréditos: Pixabay
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Desde su infancia, la reina Isabel II, que falleció recientemente, sentía un cariño inmenso por sus perritos. Y aunque los de raza corgi eran los más populares, no eran las únicas mascotas de la monarca, pues también tenía cocker spaniels, perros salchichas y una cruza entre estos y los corgis, denominada dorgis. Hoy te comparto algunos datos sobre esta pasión de la Reina Isabel II.

El corgi es una raza proveniente de Gales, famosa por su inteligencia y carácter afable. De acuerdo con sus creadores son perros ideales para vivir con niños.

De acuerdo con sus biógrafos, Isabel tuvo contacto con esta raza en su infancia, pues el marqués de Bath tenía varios de estos perros en su casa y desde entonces, ella se enamoró de los corgis.

Así, su padre el rey Jorge VI, llevó al primer corgi a la Casa Real: Dookie llegó en 1933. Luego, cuando la reina cumplió 18 años de edad, en 1944, su padre le regaló a Susan y con ello se inició todo un legado de perritos. Dookie, Susan y Jane fueron los más queridos y recordados. Cuando Elizabeth se casó, Susan viajó con ellos a su luna de miel, así de fuerte era el lazo que los unía. El resto de sus perros son descendientes de Susan.

Dicen sus biógrafos que, a lo largo de su reinado, la monarca poseyó 30 corgis, una raza conocida por su nobleza y cercanía con las personas.

Sus perritos han llevado una vida llena de privilegios, que incluye disfrutar de los servicios de los chefs del palacio y de su propia habitación, en la que duermen en cestas de mimbre.

En 2020 y debido a su avanzada edad, la reina señaló que ya no quería criar más corgis; sin embargo, su hijo Andrés le obsequió dos más, uno de los cuales falleció a los pocos meses de llegar a manos de Isabel II y el otro aún sobrevive.

Existen muchas anécdotas en torno a los corgis, como cuando Harry Collins, de la joyería Collins e hijos visitó a la reina y en un movimiento no calculado, tropezó con Linnet, una de los corgis reales. Cuando Harry cayó, tendido en la alfombra, aterrorizado de haber lastimado a Linnet, le sobó su pecho al tiempo que se disculpaba apenado. La reina lo tranquilizó y le dijo que no se preocupara, que los corgis tenían la terrible costumbre de acostarse en los lugares más incómodos.

También, dicen que la princesa Michel Kent, prima de la reina, hizo comentarios despectivos en repetidas ocasiones de los animalitos que vivían en el palacio, pero la Reina Isabel II siempre los defendió; decía que eran parte de la familia real y que debían andar por todo el palacio, libres y felices. En alguna entrevista afirmó que los perritos se comportaban mucho mejor que su prima.

La princesa Diana de Gales llamaba a los corgis: “La alfombra real”, ya que siempre llegaban y anunciaban la llegada de la Reina Isabel II.

Conforme fallecieron, los perritos fueron enterrados en un cementerio especialmente construido para ellos en el Castillo Balmoral.

Después del deceso de la Reina, los perritos seguirán con la familia y al cuidado de los mayordomos y de Angela Kelly, asistente de la monarca.

Existen diversas anécdotas muy curiosas en torno a los perros de la Reina Isabel II. Uno de ellos es que como parte de un promocional para los Juegos Olímpicos de 2012, los corgis protagonizaron un video al lado del personaje de James Bond.

Corgis / Ilustración / Pixabay