GARAMBULLO

Garambullo

Esta planta llega a medir entre 2 y 7 m de altura y se caracteriza por su forma de candelabro, con numerosos brazos que parten de un tronco corto y robusto

Garambullo / Ilustración
Garambullo / IlustraciónCréditos: Pixabay
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10 Nov 22 - Garambullo

En las zonas áridas y semiárida de nuestro país, en particular de los estados de México, Hidalgo, Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí, habita una cactácea legendaria que es una de las especies más significativas de estas regiones.

Se trata del Garambullo, una planta endémica mexicana, que forma abundantes colonias en algunos lugares.

Esta planta llega a medir entre 2 y 7 m de altura y se caracteriza por su forma de candelabro, con numerosos brazos que parten de un tronco corto y robusto.

Cada brazo es de un color verde azulado, alcanza hasta 12 cm de diámetro y presenta de 6 a 8 costillas, con varias espinas radiales.

Sus flores, que se desarrollan en los meses de primavera, son pequeñas y de tono blanco o amarillo verdoso.

Una vez polinizadas, dan lugar a unos frutos púrpuras, redondos y jugosos, cuyo sabor es similar al de la tuna.

Los garambullos, como buenas cactáceas, pueden soportar largos periodos sin lluvia o riego, porque tienen la capacidad de almacenar grandes cantidades de agua.

No necesitan muchos cuidados, pero sí requieren de un suelo alcalino, suelto y bien drenado.  Sus semillas germinan fácilmente y las plantas adultas llegan a vivir más de 50 años. Además, son plantas multiusos, que se emplean como alimento, medicina o forraje.

También se usan como cercas vivas, para controlar la erosión u obtener leña, como fungicida y para la construcción.

En la gastronomía, sus flores se consumen cocidas o frescas en ensaladas, en quesadillas y tortitas rellenas o capeadas, como complemento de otros guisos o confitura cristalizada.

Por su parte, los frutos se consumen crudos, pero también en mermeladas, jaleas, licores y helados; en repostería se emplean para adornar galletas, panes y tartaletas; e incluso en coctelería.

Estos frutos, si bien tienen la apariencia de arándanos, resultan mejores que ellos por su alto contenido de antioxidantes, vitamina C, minerales y fibra. Además de otras fitomoléculas con actividad biológica como pigmentos, compuestos fenólicos y ácidos grasos, útiles para fabricar cosméticos y productos farmacéuticos.

Debido a la presencia de estas sustancias, los frutos son buenos auxiliares para combatir el envejecimiento prematuro y diversas enfermedades, como diabetes y gastritis; así como para favorecer el control de peso, la limpieza del colon, una buena digestión y efecto cicatrizante.

A pesar de que el garambullo es bastante fácil de propagar, prácticamente solo es aprovechado por comunidades locales.

Sin embargo, su potencial es notable, ya que una sola planta puede producir hasta 30,000 frutos por temporada. No obstante, para lograr su uso óptimo se necesita encontrar una forma de alargar su vida postcosecha.

Por ello, algunos investigadores mexicanos se encuentran desarrollando una tecnología para deshidratar los frutos, que genere ingresos para las comunidades al transformarlos en productos más fáciles de comerciar como pasas con coberturas de sabores, ates y colorantes.

Si bien, por el momento, esta especie no se encuentra amenazada, sus poblaciones naturales han sufrido una baja visible. Ello nos alerta entonces sobre la relevancia de aprovecharla de forma racional. Aboguemos entonces para que esta planta emblemática y todas las demás especies sean conservadas por nuestro bien y el de las generaciones futuras.

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