Tierra a la tierra es la premisa básica de los cementerios naturales, una tendencia actual en la que los funerales se han tornado ambientalmente responsables. Este tipo de cementerios apoyan la idea de que el cuerpo debe descomponerse en la tierra de manera natural y contribuir a fertilizarla. ¿Los has escuchado?
Esta idea surgió en 1990 en el Reino Unido, donde había una elevada tasa de cremaciones, que redundaba en una alta contaminación ambiental. Estos espacios se convierten en un lugar memorial que permite reducir la cantidad de cremaciones y contribuye a la conservación de paisajes naturales.
Hoy este tipo de panteones se conciben como zonas memoriales, están protegidos y los símbolos funerarios son mínimos; en vez de ello, se potencia el aspecto paisajista y ecológico que garantiza la biodiversidad de cada lugar. ¿Te imaginas?
En Australia hace ya unos años que se está extendiendo esta nueva modalidad de funeral. Hay diferentes cementerios naturales que se reparten en la isla. Uno de ellos se encuentra en Nueva Gales del Sur, el Lake Macquarie Memorial Park. Es un lugar tranquilo, sin lápidas y con los nombres de los fallecidos en roca natural. Estados Unidos es uno de los países donde más se ha extendido la cultura de los espacios memoriales, ya que actualmente existen 72 cementerios ecológicos híbridos o naturales.
