¿Sabías que la ira y la agresividad no controladas afectan el funcionamiento del corazón? El enojo mal manejado desequilibra nuestro sistema inmunológico, genera dolor muscular y jaqueca.
El día de hoy Gaby Vargas habla, a través de la vida de las abejas, de cómo podemos ser víctimas de lo que hacemos o decimos.
Cuando una abeja melífera pica a un ser humano o a otro animal, su aguijón \u2013 que es como la punta de una flecha \u2013 entra en la piel y se queda dentro. Cuando la abeja trata de escapar, muere.
El ataque puede dañar a su víctima, sí, pero a la abeja le cuesta la vida. Es un ataque suicida. Este ataque solo entra en juego en casos atípicos, si alguien intenta destruir su colonia o percibe alguna amenaza, si alguien la pisa o la toca con brusquedad. Su aguijón está compuesto de dos lancetas con una especie de púas y al enterrarlo y luego tratar de extraerlo, pierde parte de su tracto digestivo, nervios y músculos, un fuerte desgarre abdominal que la mata.
Los seres humanos no somos diferentes. Si constantemente atacas a la gente con intrigas y chismes, si destilas odio y rencor, sin duda alguna podrás molestar momentáneamente a tu víctima y no, al intentar escapar de ella no morirás irremediablemente, pero sí te conviertes en víctima de tu propio veneno.
Conoce algunos consejos para manejar un enojo irracional, en la cápsula de hoy.