Renuncio a todo lo que no me sirve. A toda la carga cotidiana que cae sobre mis hombros. A las miradas juzgonas y comentarios criticones. A las expectativas autoimpuestas. Al futuro inalcanzable que jamás quise. A los saludos falsos y conversaciones prefabricadas. A las cadenas imaginarias de la rutina. Me libro por fin de la gente que me tapa el sol y seca la lluvia en mi rostro. Renuncio para ser libre de nuevo.
“Renuncio, Sr. White”, le canta Jimmy a su representante cuando no lo deja cantar sus propias canciones en la película “That Thing You Do”. Las hermanas Este, Danielle y Alana HAIM tomaron esta escena para nombrar su cuarto álbum de estudio, “I quit”, con la intención de evocar ese sentimiento de libertad en sus 15 canciones.
Renuncio a las relaciones. Por casualidad o por destino, Este, Danielle y Alana estaban solteras al mismo tiempo cuando compusieron este álbum. Cada una, por sus propios motivos, terminó una relación y fortalecieron aún más la suya. Comprendieron qué falló y sobre todo qué NO quieren a futuro. Así, al igual que una relación tediosa, lograron terminar “Relationships”, una canción que llevaba siete años en el baúl. Quizá esperó este momento para conectar con ellas: para renunciar al hastío y liberarse al mundo.
Renuncio al qué dirán. Asimismo, en “Down to be wrong”, Danielle decide por fin romper el vínculo que la tenía atada a un ex amor. Revienta su frustración con los platillos de la batería. Su mente está hecha, no hay palabras que la detengan de su decisión. Hoy es libre de tomar la vida que quiera, sin dar explicaciones a nadie. Quizá sea un error, pero Danielle también renunció al miedo a fallar. Son los pensamientos que almacena en su maleta rumbo a un segundo aire.
Renuncio a guardar mis sentimientos. Alana canta por primera vez como voz principal su propia canción, “Cry”. Aunque terminó en buenos términos su última relación, el duelo llega sin permiso para sacarle lágrimas, antes de que sepa la razón de ellas; sólo llora, no hay por qué pararlas. Incluso sacando el dolor, encuentra a sus hermanas, a su familia elegida, aquella que la ayudan a sanar y liberar su pena del corazón.
Renuncio a qué pasará mañana. Soltera no significa sola. Las hermanas disfrutan sus días de amores sin ataduras, pero intensos de una noche. En “All over me”, abren la puerta de su habitación a quien sea sincero con sus sentimientos. Sus instrumentos se mueven al ritmo de besos y caricias, cada vez con más ardor y fuerza, hasta que los golpes sincronizados apuntan hacia una guitarra en catarsis. Qué importa si mañana sigue en la cama, la sensación quedó marcada en la piel y la memoria.
Renuncio a todo lo que no me sirve. En “Take Me Back”, las hermanas Haim rememoran sus “buenos momentos”, donde todo parecía mejor. La nostalgia por las personas y amores que dejaron en el pasado se transforma en una canción de esperanza. Al ver las fotos antiguas, caen en cuenta que llegaron a este punto gracias a los cambios en su vida. Sin saberlo, renunciaron a tantas cosas para que la alegría permaneciera en sus rostros y seguirán renunciando para que su energía fluya hacia tiempos mejores. Renunciar es un acto de amor propio; libera la carga de tu mente y disfruta la energía de tu corazón.