Esa frase, la de “lo vi en un TikTok”, ha sido más frecuente de lo que me gustaría escuchar sobre la forma en la que personas cercanas se “informan”.
Ya ni siquiera es una mentira piadosa diciendo “lo leí”, cuando en realidad lo vio en un video, sino que más bien, es la sinceridad pura de que hoy por hoy, las redes sociales se han convertido en nuestra principal fuente de información.
Atrás quedaron los tiempos de la radio, la televisión y ni qué decir de los periódicos, los cuáles parecen reservados para que los “señores” informen a otros “señores”.
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¿Qué ha pasado? ¿Qué cambió?
La semana pasada, The Guardian en su versión internacional publicó los resultados de un estudio realizado por el Reuters Institute for the Study of Journalism respecto a la manera en la que las personas consumen noticias.
En una muestra tomada a 100 mil consumidores, el principal resultado fue que el 54% de los estadounidenses, se informan principalmente a través de las redes sociales; esto es relevante porque las redes han desplazado ya a la televisión como principal fuente de información.
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Más relevante aún, que la información que obtengan en forma de noticias, provenga de creadores de contenido en lugar de venir de cuentas de periodistas y/o medios de comunicación.
¿Por qué es relevante?
El 31 de mayo, la cuenta de TikTok @elva.flores.alubi publicó un video señalando que de forma “oficial”, la FIFA había decidido quitar a Estados Unidos como sede compartida del Mundial del próximo año y ahora quedaría únicamente entre México y Canadá.
¿Por qué? Por la tensión política al interior del país debido a las manifestaciones en contra de las redadas migratorias del gobierno de Trump; por el miedo mismo que esto había generado entre la población; y por una prohibición de ingreso de personas de ciertas nacionalidades que impediría la entrada de algunos futbolistas y equipos técnicos.
Esto, desde luego, es falso; sin embargo, también es creíble.
Es creíble porque Estados Unidos sí vive un momento de tensión social desde hace algunas semanas, lo cual es motivo para que la FIFA reconsiderase la sede; es creíble porque el miedo es palpable entre los ciudadanos; y es creíble porque Trump sí prohibió la entrada de migrantes de algunos países.
Pero al revisar las fuentes oficiales, como la misma FIFA, o medios deportivos nacionales e internacionales, ninguno replica esa información; insisto, porque es falsa.
Sin embargo, tan solo ese video alcanzó 740 mil visualizaciones; 41 mil likes; y más de 5 mil 100 shares. Para una audiencia que no consume otros medios de comunicación, esa noticia, sin contraste alguno, pasa como real.
Ese es el principal reto que enfrentamos desde el periodismo: ¿cómo hacer frente a contenidos que pasan como “noticias” para que la gente que no consume mas que en redes sociales, siga teniendo el rigor, la veracidad y el compromiso del oficio?
Porque más para mal que para bien, ese 54% continuará creciendo no solo en Estados Unidos, sino en prácticamente todo el mundo; porque las noticias dejan de ser noticias para convertirse en contenido.
Cuando se prioriza el alcance por encima de la veracidad, se genera un caldo de cultivo para la desinformación, la desconfianza y la manipulación para quien lo sepa aprovechar.
Ante este desafío, el periodismo no puede quedarse de brazos cruzados.