Rumbo al uno de junio la elección judicial en México genera incertidumbre entre inversionistas, sociedad civil y grupos políticos preocupados por una posible interferencia del partido en poder. Las campañas que iniciaron el pasado 30 de marzo, no han logrado convencer y motivar a los electores.
Los candidatos a jueces magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, han desarrollado estrategias que rayan en lo cómico, como Arístides Guerrero, que se comparó con un “chicharrón preparado”; Dora Alicia Martínez, quien se popularizó por autonombrarse como “Dora la Transformadora” y Eduardo Santillán Pérez, que utiliza la canción “Regalo de Dios”, de Julión Álvarez, destacando la frase: “En las buenas y en las malas, estaré contigo para lo que necesites”.
Además, las candidaturas apuestan a congraciarse con estructuras clientelares para beneficiarse de la movilización de electores durante la jornada electoral del uno de junio, o bien, a seducir votantes a partir de videos frívolos para las redes sociales en los que todas las personas aspirantes ofertan sus credenciales de honestidad y compromiso con el pueblo bueno y sabio.
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Y como si no fuera suficiente este espectáculo, ahora se confirmaron los peores temores sobre la reforma judicial, los nexos de algunos aspirantes con el crimen organizado. Los presidentes de ambas cámaras del Congreso de la Unión, solicitaron al INE cancelar la candidatura de 26 candidatos al Poder Judicial debido a que no cumplen con el requisito de gozar de buena reputación y cuentan con señalamientos de abuso sexual, lesiones y ser abogados de algún integrante del narco.
Incluso la presidenta Claudia Sheinbaum, lo reconoció y rechazó que deba ser motivo de preocupación, pues “el pueblo va a saber a quién va a elegir”. Lo cierto es que la incertidumbre gana terreno y el desconocimiento sobre el proceso y las candidaturas pone en duda que la participación del padrón electoral sea de entre 8% y 15% a nivel nacional como lo estimó la Consejera Presidenta del INE, Guadalupe Taddei, en febrero pasado.
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Sin duda, un bajo porcentaje para un padrón electoral de más de 101 millones de personas registradas hasta el 10 de abril, que en teoría deberán acudir el próximo 1 de junio a elegir 881 cargos judiciales federales a los que hay que sumar elecciones judiciales locales en 19 estados. Así que, dependiendo del estado donde viva, habrá hasta 10 boletas diferentes.
Partidos de oposición y expertos han dicho que la Reforma al Poder Judicial y la próxima elección socavarán la independencia judicial y la democracia mexicana, por la selección de candidatos sin la debida experiencia y criterio legal. Claudia de Buen, ex presidenta de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, advirtió: “Elegir a jueces por voto popular es un retroceso brutal. La justicia no puede ser sometida a una elección basada en popularidad, especialmente cuando está en juego la vida y el futuro de las personas”.
Martín Reyes del Instituto de Investigaciones Jurídicas De la UNAM, publicó: “Si consideramos que Morena y sus aliados son, por mucho, la coalición con mayor fuerza electoral en la actualidad (...) no es difícil ver cómo, en menos de dos años, el obradorismo podría controlar prácticamente a todos los poderes judiciales del país”.
En efecto, si bien hace falta una reforma al sistema de justicia, ésta no debería pasar por criterios de venganza y caprichos personales, sobre todo cuando el rezago en la procuración e impartición de justicia en México es una añeja deuda del gobierno cobijada por el manto de la impunidad y que a diario suma cientos de muertos, desaparecidos, feminicidios y un largo etcétera que exige certeza jurídica y un Estado de Derecho sólido que respete la división de poderes.
Así las cosas, estamos ante un gran dilema en la renovación del Poder Judicial, pues no sólo está en riesgo su conformación, sino los contrapesos y la división de poderes del sistema político mexicano, sostenido por alfileres. ¿Realmente la reforma ayudará a mejorar la impartición de justicia? Al tiempo.
Vericuentos
Periodistas en la mira
Griselda Triana, esposa del periodista Javier Valdez, denunció que desde el año 2000, a la fecha, más de 200 periodistas han sido asesinados y desaparecidos por informar y “lo que prevalece es la impunidad en México”. Triana se mantiene activa en la lucha por la justicia y la seguridad de los periodistas para honrar la memoria de su esposo. ¡Vientos!
S.O.S aumentan desapariciones
En su más reciente informe la organización México Evalúa revela que entre enero y marzo, se incrementaron las desapariciones en 20 estados. En 11 entidades el número de personas desaparecidas supera incluso el número de homicidios dolosos, sobre todo en el Estado de México, Ciudad de México y Puebla. Advierte que, “el gobierno federal utiliza el número absoluto de víctimas de homicidio doloso a nivel nacional para señalar “avances” con la estrategia de seguridad pública. Sin embargo, estos datos dejan fuera a la violencia homicida ejercida contra las mujeres o la desaparición de personas. En los últimos años, la desaparición forzada se ha convertido en una estrategia recurrente de diversos actores —además del crimen— para evitar la presencia de cadáveres y maquillar el aumento en las cifras de homicidios. ¿Hasta cuándo estas historias y cifras de terror e impunidad? ¡Uff!
@guillegómora