OPINIÓN LUIS ANTONIO DURÁN

‘Back To The Water Below’: Brillar desde el abismo de agua

Royal Blood, compuesto por Mike Kerr y Ben Thatcher, lanzan su cuarto álbum de estudio, el cual compila 10 dosis directas de rock.

Royal Blood, lanzan su cuarto álbum de estudio.
Royal Blood, lanzan su cuarto álbum de estudio.Créditos: EFE
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En la total oscuridad del fondo marino, bajo la presión inmensa del océano, brilla una medusa. Sus tentáculos tienen cicatrices, ha perdido parte de su cuerpo en la lucha por sobrevivir, pero se regenera e ilumina aún más entre la obscura incertidumbre del abismo. Oculta del mundo, no le importa si algún día la mirarán, ella resplandece y sigue su instinto.

Royal Blood, compuesto por Mike Kerr y Ben Thatcher, lanzan su cuarto álbum de estudio “Back To The Water Below”, el cual compila 10 dosis directas de rock, creadas con el instinto y la confianza entre ambos integrantes en su propio estudio de Brighton, Reino Unido.

A casi 10 años de su debut, Mike y Ben regresan a su origen; escuchan sus entrañas y expulsan las notas que gritan sus emociones. En “Mountains At Midnights”, el rugir del bajo y el estruendo del bombo lanzan puños a las montañas internas de Mike, que se derrumban en avalanchas. Ambos son un terremoto nocturno que no se detiene hasta que la piedra más profunda vea el sol del amanecer.

Mike acompaña su blues con un piano, en “Pull Me Through”. Ha vuelto al agua. Se ahoga en este mar de vida en el que todos intentamos flotar con brazos de roca. El vaivén del compás, lo mece como un bote salvavidas, mientras pide ayuda para que alguien lo saque, aunque inevitablemente sabe que caerá de nuevo al agua.

Un riff resquebraja su entrada en “Tell Me When It’s Too Late”. La tormenta interna de Mike y Ben se desborda cual huracán que arrasa la tierra a su paso. El agua que los ahogaba ahora es su barrera de destrucción. Nadie se les puede acercar sin acabar herido, aunque ellos mismos pidan una salida; un alto a este tifón desolador. Solo al final, cuando ya sea muy tarde, el agua volverá a su cauce; quedará silencio.

La batería dispara el inicio de “Triggers”. Mike canta aullidos, como el eco de las balas de recuerdos dolorosos. Su fé se ha disuelto y construido un sin fin de veces. Está harto de mentiras y cinismo, sólo quiere destruir, con ayuda de su amigo Ben, todos los detonantes de esta frustración.

El agua nunca baja. En “High Waters”, Mike se resigna a mantener la cabeza en completa oscuridad, ya sea entre nubes de polvo o al fondo del mar. Sin embargo, se levanta con la fuerza de su bajo y la batería de Ben. Su instinto les dio la oportunidad de vivir con la música; ahora, con una confianza renovada en sí mismos, su instinto los lleva a nuevas aguas, quizá más adversas, pero llenas de posibilidades. Como la medusa, Royal Blood persiste bajo la presión y resplandece con más fuerza desde las sombras.