OPINIÓN SERGIO ALMAZÁN

CDMX, 2024

Ya comienzan a sonar los nombres de los personajes que van por la candidatura de la CDMX para el 2024, pero quién tendrá el perfil indicado para poner orden en la Capital del país.

¿Quién será el nuevo gobernador de la CDMX?
¿Quién será el nuevo gobernador de la CDMX? Créditos: Cuartoscuro
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A poco menos de nueve meses para que ocurran las elecciones de jefe de gobierno de la Ciudad de México, comienzan a alzar la mano los precandidatos de todos los partidos políticos que desean el apetitoso territorio, epicentro del quehacer ideológico nacional-. Y resulta interesante el moverse de las piezas y personajes: la candidata para representar al partido en el poder viene de haber dirigido una alcaldía y luego la capital del país; quien busca ser el abanderado guinda tiene una trayectoria en la policía federal y local con un enorme margen de aprobación ciudadana, repitiéndose -de ganar la elección- el perfil de seguridad que tuvieron Ebrard y Mancera quienes también llegaron al máximo cargo público de la CDMX en el mismo cargo que hoy busca García Harfuch.

Son varios los temas relativos al orden público, social, de seguridad y economía que la ciudad requiere resolver así como la profunda regulación urbana, de movilidad y medio ambiente, entre los emergentes temas de Derechos Humanos, inclusión y empleo. Es decir, así como el país precisa una reforma integral, la ciudad, espejo del país y capital política por tradición, demanda un jefe de gobierno que cabildee, acuerde y promueva una seria agenda de políticas públicas de la megalópolis, porque llevamos varias décadas sin que la resuelvan asuntos básicos como el derecho colectivo e integral a la ciudad: vivienda, movilidad, servicios, seguridad, salud y empleo. Seis grandes temas en donde la división política del mapa de las alcaldías ha propiciado una batalla donde la ciudad y sus habitantes nos hemos convertido en los rehenes de sus dirigentes y politiquerías.

Reconstrucción tras los sismos de 2017 sigue siendo una deuda pendiente, dolorosa e insensible de los gobiernos de Mancera y Sheinbaum, hasta el actual Batres quien sólo prolongará con paliativos los asuntos inconclusos de ellos: regulación de las construcciones en zonas de riesgo por falla geológica, desabasto de agua, movilidad y transporte público sin mantenimiento y sin renovación; seguridad e impunidad en temas de derechos a la diversidad sexual y de género, hasta los motines de los alcaldes quienes han tomado en ambición desmedida sus demarcaciones para destruir patrimonio, medio ambiente, espacios públicos y movilidad.

¿Quién podrá ser un jefe de gobierno capaz de asumir el compromiso de poner orden a la Ciudad de México? El panorama electoral de quienes hasta ahora han levantado la mano para contender por el cargo tienen profundas deudas en sus demarcaciones: por corrupción inmobiliaria y especulación territorial, por inseguridad, por alteración de las zonas de reserva ambiental, por explotación desmedida del territorio, por inseguridad y violencia, por desvío de recursos económicos y materiales, por mal manejo de la pandemia de COVID y el desinterés por la reconstrucción de vivienda tras el sismo de 2017, así la lista acumula una serie de temas  pendientes y emergentes para la ciudadanía.

A pesar que el partido MORENA encabeza la preferencia electoral en la Ciudad de México con una ventaja de 10 puntos con respecto a la alianza opositora, no alcanza ni siquiera la mitad del electorado capitalino, según los resultados que ha publicado en días pasados, la encuestadora Demoscopia digital, donde comienzan a desdibujarse los punteros ideológicos de la Ciudad en espejo de la elección nacional. Sea el candidato o candidata que contienda y gane, el reto es mayúsculo y urgente, aunque el destino es manifiesto: ellos no lo ven, no lo viven, no les interesan los temas que a quienes habitamos esta metrópoli padecemos, precisamos y reclamamos. Comienza el canto de las sirenas por varios meses viviremos acéfalas las alcaldías.

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