“Prayer at the gate”. Una niña, llamada Ira-Abel, explora el bosque cerca de su pueblo natal, busca una explicación de la naturaleza que la rodea y de su interior que cambia. Observa cómo la vida y la muerte integran el mismo ciclo eterno, dividido por una fina línea de lenguaje. “Wordle”: palabra, mundo y Dios, bajo las mismas sílabas. ¿Qué sigue si el camino se ha borrado? ¿Cómo volver al origen y futuro de un corazón cambiante?
Polly Jean, mejor conocida como PJ Harvey, presenta su décimo álbum de estudio, “I Inside the Old Year Dying”, una compilación de 12 temas, inspirados en su propio poema épico “Orlam”, donde la británica se pierde en un río de sonidos, a veces improvisados junto a sus colegas Flood y John Parish.
“Autumn Term”. Harvey acude a los sonidos de su natal Dorset, Reino Unido: a la gente, a los árboles, y sobre todo a su dialecto. Moldea versos con las palabras de su pueblo, que describen el paisaje casi onírico, enmarcado por piano, cuerdas y gritos alegres de niños. La primera parada del viaje por encontrar un significado, un rumbo, ya sea a los 9 o a los 53 años.
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“Lwonesome Tonight”. PJ recita imágenes pintadas con dedos del encuentro de un primer amor. Con la suavidad de su falsetto y la ligereza de los tambores, las palabras de niebla llenan de duda sus pasos. ¿Quién es esa persona? ¿Será el camino que busco o una desviación? Se rinde a sus labios y fluye gris hasta disiparse en el aire… sola.
“All Souls”. Almas en pena brincan como carnaval entre los árboles del bosque. La luz de una llama tirita junto al susurro fantasma de PJ, que cuenta las pérdidas que pasan a su lado. La música envuelve la profundidad del horizonte abisal del bosque. Sin guía, sólo hay libertad de seguir, en vida o muerte, pero hacia adelante, con esperanza de volver.
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“A Child’s Question, August”. PJ y Ben Whishaw personifican a Ira-Abel y Dunnick, en un nuevo momento de cambio, de renacimiento, de descubrimiento sexual. La niña vive un amor tierno, como hojas bañadas y piedras de río. El gorjeo del tambor arrulla y empodera a la no-niña hacia el inicio de más historia, de más vida.
“I Inside the Old I Dying”. Desprenderse de la piel infante y recitar entre el bosque, crecer por encima de la corteza. Años en meses han pasado desde el inicio de su viaje. La voz de Polly y el arpegio de guitarra arrullan como canción de cuna a Ira; aún con campanas funerarias a lo lejos, sus palabras de pérdida abrazan y reconfortan el corazón.
“A Noiseless Noise”. PJ Harvey vuelve a su origen, a su verdadera lengua y sonido: palabras mordidas y guitarras de grava, envueltas en chirridos distorsionados. Ha encontrado uno de los tantos significados de una búsqueda que nunca termina. Por ahora, Ira-Abel y Polly deben regresar a casa, dejar a un lado el viaje; abrazar los cambios de su cuerpo, su mente y su mundo. Ahora, se abre una nueva palabra, un nuevo mundo, un nuevo Dios.