OPINIÓN LUIS ANTONIO DURÁN

'But Here We Are': Un adiós y un nuevo comienzo para Foo Fighters

Foo Fighters regresa de la oscuridad con su décimo primer álbum, “But Here We Are”.

Dave Grohl (c) de la banda estadounidense Foo Fighters.
Dave Grohl (c) de la banda estadounidense Foo Fighters. Créditos: EFE
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“Llegó en un momento, llegó de la nada, pasó tan rápido, y luego se acabó”, grita Dave Grohl al inicio de “Rescued”, como si narrara su corazón tras la repentina muerte de su baterista y gran amigo Taylor Hawkins en 2022. Dave pide un rescate apresurado del dolor que la inunda. Sin querer, une a todos aquellos que han sufrido la pérdida de un ser querido en un nuevo himno para seguir viviendo: el único héroe que nos rescatara, somos nosotros mismos, caminando siempre hacia adelante.

Foo Fighters regresa de la oscuridad con su décimo primer álbum, “But Here We Are”, en el que, a través de 10 canciones, Dave recurre al poder sanador de la música para llegar a buenos términos con las muertes de sus mejores amigos Taylor y Virginia, su madre.

Si bien todo el álbum armoniza el duelo de la banda, no por ello es solemne o trágico. Al contrario, el estruendo de las guitarras ayuda a la catarsis de un corazón que grita por una explicación. En “Under You”, Dave recuerda instantáneas de los buenos momentos con su amigo, entre notas brillantes de riffs. Aunque el dolor de su partida parece infinito, sabe que algún día se desprenderá de él, y vivirá tranquilo sólo con el recuerdo.

Por primera vez desde 2005, Grohl tomó de nuevo las baquetas para componer todas las canciones del álbum. La explosividad de sus golpes sólo son superados por el desgarre de su garganta. En “But Here We Are”, escuchamos cómo Dave, a través de boca y manos, escupe su corazón, ese que entregó a un nuevo amigo, pero que otra vez quedó sin dueño. Quisiera que fuera un sueño, pero no hay explicación, solo alaridos al aire… y silencio.

En “The Glass”, la banda acompaña a Dave en este duelo que transparenta su piel, con el riesgo de convertirse en su propio fantasma. Busca una forma de seguir viviendo sin las personas que amó, en medio de una tormenta que parece no tener fin. Pero no está solo, sus demás compañeros arrullan su voz; disfrazan la melancolía con pequeñas notas de esperanza por el próximo amanecer.

Y ahí se vislumbra el futuro. Violet, la hija de Dave, se convierte en el faro guía hacia una nueva vida tras el repentino tajo de la muerte. En “Show Me How”, Dave se pregunta quién le enseñará ahora que su madre ha partido, hasta que la encuentra. Violet canta que “se hará cargo de todo”, mientras sana el alma de Dave. Es un arrullo del devenir eterno de la vida y la muerte, de padres e hijos.

Asimismo, Dave Grohl rinde homenaje a su madre en “The Teacher”, (la profesión de ella).  En una épica de rock progresivo, la banda narra cómo un padre explica a su hijo, a lo largo de su vida, la inminente y natural llegada de la muerte. Al principio es leve, cada paso parece lejano del final. Conforme avanza, los planes se enredan y rompen en marañas de guitarras y ritmos. Descansan. Respiran. Cada vivencia cae con el peso de su enseñanza. Los respiros son contados, pero el amor nunca. Hasta que por fin llega el adiós, siempre cortado, siempre inconcluso.

Hace un año, el futuro de Foo Fighters era incierto. Otra pérdida azotaba a Dave y al mundo de la música en general. Sin embargo, este disco demuestra la fortaleza de Grohl y el inicio de una nueva era para la banda. A pesar de la tristeza, su estilo queda intacto: su música siempre termina con una nota alta, que inyecta alegría al recuerdo y esperanza en el mañana.