MÚSICA

'Diamonds & Dancefloors': lágrimas brillantes sobre la pista de baile

Ava retoma sonidos eurodance y nu-disco para inyectar de energía su corazón roto.

Ava Max, la estrella del momento
Ava Max, la estrella del momentoCréditos: Captura de video
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La música te abraza, te conforta, te abriga, conforme te adentras a la pista de baile. La nube de beats es la cobija que rodea y cura la tristeza de tu corazón roto. El antro es tu habitación; las lágrimas que derramaste en el baño brillan como diamantes con las luces del DJ. La multitud es tu amiga sonriente, que te mueve a dejar el dolor en cada paso, en cada brinco, en cada canción.

Ava Max regresa con su segundo álbum de estudio “Diamonds & Dancefloors”. En el que, a través de 14 canciones, nos presenta su remedio para un corazón roto: bailar. Luego de retrasar el lanzamiento del disco, Ava retocó con beats truena bocinas y notas glitter las letras dolorosas de sus más recientes decepciones amorosas.

Ava retoma sonidos eurodance y nu-disco para inyectar de energía su corazón roto. En “Ghost”, su voz crea melodías pegadizas, basadas en el ritmo de su baile. El fantasma de su ex la acecha entre la multitud, con alaridos difuminados en eco. Ava mira sobre su hombro a cada paso, baila con la mirada baja, pero no se detiene. Sabe que tiene la fuerza para quebrar ese tormento.

Ava usa sus canciones como impresiones de un diario secreto. A pesar de mantener privada su vida personal, nos presenta el sentir de su corazón, pero sobre todo, los pasos de baile con los que lo sanó. En “Hold Up (Wait A Minute)”, con mezclas entrecortadas y robóticas, al mero estilo de Daft Punk, Ava baila una rabieta al enterarse de una infidelidad. No se necesitan nombres, solo cachetadas.

Durante el duelo, Ava se da cuenta que quizá el problema estuvo en otro lugar, en otra persona. En “Maybe You’re the Problem”, Ava saca su enojo al darse cuenta que cambió por alguien que no valía la pena. Baila de alegría por dejar atrás a una persona que sólo le trajo problemas.

Sin embargo, la compasión la embriaga, como tragos de amor triple seco. En “One Of Us”, Ava por fin decide romper el lazo. Sintetizadores ochenteros avivan el drama de su separación, como si la mesa del antro se convirtiera en la cima de una montaña de luz. Se despide con el corazón en la mano para evitar más dolor, aunque sea más grande al dar la vuelta. 

Al terminar la noche, qué seguirá para ambos. Tras la separación, qué sigue. ¿Por qué no quedarse en la pista por siempre? En “Dancing’s Done”, Ava promete una madrugada de placer, donde la tentación termine más allá de un beso, pero sólo si la acompañan al terminar la canción. Quizá estos últimos momentos juntos necesiten un baile más privado, y un adiós más discreto.

Ava Max es más fuerte. Sobrevivió un corazón roto… con baile. La pista de baile, la música, un beat uptempo, sintetizadores neón, luces láser, y una bola disco de diamantes, sus mayores aliados. Ava canta su himno de empoderamiento, “Million Dollar Baby”. Aún con lágrimas en sus mejillas, Ava realiza el milagro de convertirlas en joyas; las luce como cicatrices de heridas pasadas. Dolor brillante que deslumbra la noche.