MÚSICA

'Red Moon In Venus': Amor divino sobre piel de rosas

Kali Uchis se infunde con la luz de la luna para hacer brillar esa “Gran Divinidad Femenina”. La colombiana deja suelto el deseo en un baile suave y pegado.

Kali Uchis estrenó nuevo álbum musical.
Kali Uchis estrenó nuevo álbum musical.Créditos: EFE
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La luna de sangre ilumina el cielo; los sentimientos afloran, se mezclan con sudor y lágrimas; imposible ignorarlos, solo déjalos salir, déjalos ir… quizá algunos regresen, quizá algunos lastimen, pero todos son por amor. Son rosas, cuyo suaves pétalos disfrazan el dolor de una espina.

Kali Uchis vuelve con su tercer álbum de estudio, “Red Moon In Venus”, el cual, según sus propias palabras, “es una expresión ardiente de deseo, corazón roto, fé y honestidad, que refleja la divina feminidad de la luna y Venus”. Así, desde la primera canción, “I Wish You Roses” nos sumerge en un baño de agua de rosas, un tono que continua a lo largo del disco.

 

La colombiana deja suelto el deseo en un baile suave y pegado. Acompañada por Don Toliver, en “Fantasy”, baila al ritmo de un afro-beat que se funde en las rosas que florecen en cada roce de piel. Su voz se queda prendada al cuerpo como aretes, como collares, tan valiosos que jamás querrás quitar. El sudor no apaga este sueño de luces desenfocadas, solo el abrupto corte, el despertar a la realidad, como quien prende las luces del antro.

Kali se sabe mujer-deseo poderosa y sabe qué lugar merece. En “Deserve Me”, junto a Summer Walker, manda al diablo a quien no la valora. Con golpes duros del beat, cada palabra cae como pisada sobre su victimario, sin necesidad de gritar o rabiar. Guarda su compostura; su luz no se termina por un paso mal dado, al contrario, sólo le pide que la suelte para que ambos sean libres de nuevo. Despedir con amor.

En este remolino astrológico-emocional, el corazón también recuerda sus pérdidas. En “Blue”, una trompeta, como de película noir, acompaña el lamento azul de Kali. De qué sirve tanto amor, tanto brillo, si ya no está él. A qué ángel pedirle una guía, si no la llevará de nuevo a él. Sólo queda soltar, que cada recuerdo se vuelva polvo de estrellas y regrese a él, que se pierda en el firmamento como lágrimas en el brillo de los ojos. 

Por otra parte, Kali expande su amor en un loop infinito en “Endlessly”. Con cada “ever”, una nueva flor nace, un túnel de luz se expande hacia un nuevo mundo de campanitas y rosas sin espinas. La felicidad se apodera de Uchis, sólo desea llegar al final de este amor infinito, como una canción en repetición. Aún si su amante se va, ese amor sigue ardiendo dentro de ella.

Kali Uchis se infunde con la luz de la luna para hacer brillar esa “Gran Divinidad Femenina”. Un bajo funk lleva de la mano los susurros de Kali en “Moonlight”, donde las palabras hacen el amor en inglés y español. La música es la droga del amor, cada verso es un beso en el oído y las caderas de una guitarra sucumben al deseo de la noche. El deseo y el amor se queman con la música. El idioma no importa si el susurro al oído eriza la piel; la voz de Kali es droga divina, que coloca e incendia la piel. 

Tras el paso de la luna de sangre y el remolino de emociones, Kali queda satisfecha con el amor que despidió y despide su cuerpo. Rosa, la luz brilla aún más. ¿Qué depara la próxima luna roja?