MEDIO ORIENTE

Pogromo en Huwara y la violencia sistémica israelí

Un poblado fue víctima de un ataque despiadado, una multitud de colonos invadió y arremetió a golpes y puñaladas contra palestinos asesinando a uno e hiriendo a unos 400.

Así quedó Huwara, Palestina
Así quedó Huwara, PalestinaCréditos: EFE
Escrito en OPINIÓN el

El domingo 26 de febrero fue perpetrado un ataque multitudinario y premeditado en el pueblo de Huwara, los agresores: colonos judíos radicales que viven en asentamientos ilegales israelíes en Cisjordania, Palestina. En esta nota les daré un resumen de lo ocurrido en Huwara, pero también algunos antecedentes y una explicación sobre la raíz de estos hechos violentos perpetrados por los colonos israelíes contra población palestina en la municipalidad de Nablus.

Ubicación el pueblo Huwara / Google Maps

Pasaron ya varios días desde la ocurrencia del pogromo en el pueblo de Huwara, Palestina, pero no han de pasarse por alto estos hechos. Era de noche en el pueblo del sur de Nablus cuando una multitud de colonos lo invadió y arremetió a golpes y puñaladas contra palestinos asesinando a uno e hiriendo a unos 400, también incendiaron decenas de casas, comercios y vehículos. Las imágenes y videos captados por las víctimas hablan por sí mismos, lo que vivieron esa noche los habitantes de Huwara –en palabras de ellos— no se compara con nada que hayan visto desde la Primera Intifada, es decir, entre finales de la década de los ochenta e inicios de los noventa.

Estos hechos se presentaron como represalia por el asesinato de dos colonos israelíes a manos de miembros de la resistencia palestina, quienes a su vez actuaron en represalia por la invasión israelí de la ciudad de Nablus, en la que soldados dispararon y arrollaron a civiles asesinando a once y dejando alrededor de cien heridos por arma de fuego y asfixia por gas lacrimógeno. En esos días circuló la historia de un paramédico al que llamaron para atender a un paciente con heridas críticas, al cual no pudo salvar; más tarde, se enteró de que ese hombre al que no había podido salvar era su padre. Pero por supuesto, podemos ir atrás en cada uno de los hechos, pero eso lo retomaré más adelante.

Huwara tiene problema con los colonos de manera habitual, cada semana hay vidrios rotos en las casas, golpizas y otros hechos vandálicos. Y es que, cerca de Huwara, se localiza una colonia llamada Yitzhar, la cual fue establecida en el año de 1983 en tierras palestinas. La colonia está habitada por casi 2000 colonos según cifras de Peace Now y de Yaakov Katz del 2021, dichos colonos son religiosos y conocidos por ser de los más radicales y violentos en Cisjordania, por lo que de manera continua hostigan a los pobladores de Huwara y de otros pueblos cercanos con protección del ejército israelí y con total impunidad (cabe señalar que los colonos tienen permitido portar armas). Sin embargo, en esta ocasión lo llevaron demasiado lejos.

Un habitante del pueblo relató para medios árabes cómo es que vio en tiempo real el ataque a su casa y comercio. Él se encontraba fuera visitando familiares en los Emiratos, cuando por la cámara de seguridad vio el ataque. Su madre, una persona mayor, se quedó encerrada por dos días hasta que él pudo regresar, pues le fue negada la ayuda de la policía palestina debido a que fue amenazada por el ejército israelí de no intervenir o acercarse al pueblo. Otras víctimas relataron que subieron a los techos para protegerse y que jóvenes palestinos de pueblos vecinos acudieron a ayudar y a confrontar a los colonos.

En columnas anteriores decía que esto se veía venir, como cuando abordé el tema de la llegada de la extrema derecha al gobierno israelí, quien apoya a los grupos de colonos extremistas y les incentiva a arremeter contra la población palestina; también tiene que ver con la respuesta palestina a la ocupación a través del surgimiento del grupo de la resistencia The Lion’s Den localizada en Nablus. Pero sin duda, lo central sobre los hechos ocurridos en Nablus y Huwara (y en el resto de Palestina), tiene que ver con una política de Estado basada en la violencia sistémica.

Muchos de estos actos de violencia sistémica los abordé en mi trabajo de investigación y se ven reflejados como puntos de control militares donde continuamente se hostiga a los palestinos (les apuntan con armas, los desnudan o asesinan), las demoliciones de casas y robo de tierras, la revocación de ciudadanía, el muro de separación y todos los mecanismos para fragmentar el territorio, dificultades para viajar, requerir de solicitudes para trabajar las tierras propias o solicitar servicios de salud que no están disponibles en Palestina debido a la misma ocupación, entre muchas otras.

En una nota en The Times of Israel, señalan que el general a cargo de las tropas de ocupación de Cisjordania declaró que los actos de terror llevados a cabo por los extremistas judíos “ocurrieron cuando los soldados tenían la guardia baja”, sin embargo, los pobladores de Huwara aseguran que los soldados protegieron a los colonos mientras ocurrían los hechos, un comportamiento habitual en todos los ataques perpetrados por colonos en Palestina.

Pero hay que resaltar que no todos los israelíes están de acuerdo con las políticas de su Estado basadas en la violencia sistémica, ni están complacidos con la llegada al poder de políticos de extrema derecha que fomentan la ocupación. Israelíes en Tel Aviv protestaron en solidaridad con Huwara y gritaban ¿dónde están los arrestados por Huwara? pero la protesta fue reprimida violentamente por la policía.

Cuanto más crece y se expande la violencia colonial, apoyada ahora más que nunca por el gobierno israelí, más se estrangula la vida y los medios de los palestinos, el tiempo y la calma se agota, el hartazgo y la desesperación crecen. Lo que estamos presenciando es alarmante y hace que muchos de los que seguimos el tema de cerca nos preguntemos si lo que se avecina es una Tercera Intifada.

Jeziret Gallardo

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