HÉCTOR ZAGAL

El descuartizamiento de Osiris

Osiris es un dios que merecía respeto y devoción. Lo que tal vez no sepan es que este dios perdió su miembro viril.

Imagen representativa del antiguo Egipto.
Imagen representativa del antiguo Egipto.Créditos: Foto: Especial
Escrito en OPINIÓN el

Cuando una persona fallecía en el Antiguo Egipto, su cuerpo era momificado para asegurarse de que su alma pudiese emprender el camino hacia el más allá. Preservar el cuerpo en la tierra era necesario para que el alma se pudiese presentar dignamente ante el juicio de Osiris. Una vez allí, su corazón se pesaba en una balanza contra con una pluma. Si el corazón pesaba más que la pluma, el alma era impura. ¿El castigo? La diosa cocodrilo Ammit lo devoraba. Si el corazón, en cambio, pesaba lo mismo que la pluma, el alma era digna de la vida eterna. ¿Creen que su corazón pasaría la prueba? 

Osiris es un dios que merecía respeto y devoción. Lo que tal vez no sepan es que este dios perdió su miembro viril…

Una vez que el dios Atum creó la tierra y de sus lágrimas derramadas emergió la humanidad, encargó su creación al dios más compasivo y benevolente: Osiris. Este dios, junto con su esposa y hermana Isis, fue venerado y muy querido por la
gente
. Ello despertó la envidia del dios del caos, Seth, hermano de Osiris.

Seth ideó un plan para deshacerse de su hermano. A escondidas, fue tomando las medidas exactas de Osiris y, con ellas, mandó fabricar un hermoso cofre. Luego, organizó un banquete al que invitó a Osiris y otros comensales. Al término del festín, Seth sacó el magnífico cofre y lo ofreció como obsequio a quien mejor le quedara. Todos los comensales se midieron el cofre (a mí se me hace que ya se les habían pasado las copas, ¿quién se mide un cofre en sus cinco sentidos?). Obviamente, Osiris fue en ganador. Pero cuando éste se metió al cofre, Seth lo cerró y lo arrojó al río Nilo (no me pregunten por qué los comensales no lo
ayudaron, quizá, como digo, estaban muy enfiestados)

Osiris murió. Su esposa Isis recuperó el cofre con el cuerpo y lo dejó al cuidado de Neftis, su hermana, mientras encontraba la forma de revivir a su marido. Seth se enteró del plan, se apoderó del cadáver y lo partió en cuarenta y dos pedazos que tiró por todo Egipto. Isis y Neftis se dedicaron a recolectar cada pieza, construyendo altares en cada lugar donde hallaron un pedazo del dios. Al final, lo reconstruyeron casi por completo. Sin embargo, les faltó una pieza que cayó al río Nilo y que un pez se comió. Ese pedacillo era el pene de Osiris. Pequeño detalle.

Isis logró revivirlo y “completó” a su esposo con un falo de madera que, al parecer, resultó muy efectivo. De esa unión, en efecto, nació Horus, quien más tarde vengaría a su padre y derrotaría a Seth.

No obstante, el dios Osiris jamás volvió a gobernar el universo. Se refugió en el inframundo egipcio. Se le representa con la piel de color verde, como si estuviera podrido y, en ocasiones, con un prominente falo. En fin, cosas de la mitología.


El autor es conductor del programa de radio El Banquete del Dr. Zagal y profesor de la Filosofía en la Universidad Panamericana. Escrito con colaboración de Oscar Sakaguchi