ENTRETENIMIENTO

'Gloria': la liberación de Sam Smith

El álbum regala palabras de aliento a quien se haya sentido perdido o confundido.

Sam Smith, cantante durante una alfombra roja.
Sam Smith, cantante durante una alfombra roja. Créditos: EFE
Escrito en OPINIÓN el

Heraldos de placer, cantos agonizantes de máscaras rotas, luz a través de grietas, lentejuelas que destellan al calor de la noche. La piel se siente diferente cuando se es por fin libre, de ver, ser y amar como más lo desees… como siempre lo deseaste.

Sam Smith regresa con su cuarto álbum de estudio “Gloria”, cuyo nombre representa a su “voz de guerrero interior”. A través de sus 13 canciones, el británico explora las nuevas facetas y vivencias de su verdadera identidad.

En sus propias palabras, “Gloria” es una “liberación emocional, sexual y espiritual”, por ello lo inicia con “Love Me More”, una balada dedicada a su propio cuerpo. De manera suave, consuela a su yo de hace años que luchaba frente al espejo; se reencuentra con su piel, su cuerpo, y le dice que por fin puede salir a la noche como lo que siempre fue: un joven no binario.

Asimismo, regala palabras de aliento a quien se haya sentido perdido o confundido. En “Who We Love”, compuesta en colaboración con Ed Sheeran, Sam recuerda que el amor es mucho más grande que una etiqueta, y por ello no debe esconderse. “Tomados de la mano por la calle, no hay necesidad de ser discretos, por fin sentirse libre”, recita Smith.

Desde su debut en 2014, Sam fue catalogado como un artista de baladas rompecorazones. Si bien su voz muestra el dolor de amar, desde un susurro a un grito, ahora ya no pretende llorar desde su habitación. En “Lose You”, el británico baila con su vestido de lentejuelas, mientras lágrimas de glitter ruedan sobre la pista neón. Aunque la separación sea inevitable, siempre encontrará un nuevo amante. Su voz envuelve y abraza a todos los corazones rotos que bailan. Una voz que embriagará de placer el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México los próximos 14 y 15 de septiembre. 

De la misma forma, acompañado por los ritmos neo-discos de Calvin Harris, en “I’m Not Here To Make Friends”, Sam se instaura como la figura de la noche. Quiere placer sin más. Tras una lucha de varios años, se ha ganado la libertad de mostrarse como más le plazca. La gente siempre criticará, por cualquier cosa, ya sea su cuerpo, imagen o letras. No importa, porque ellos también guardan secretos.

En “Unholy”, Sam nos relata la historia sucia de un padre de familia. Revela los placeres oscuros de la noche, que solo pueden ser libres entre los demás segregados. No todos tienen la fortuna de la libertad y han tenido que vivir bajo máscaras de mentiras para sentir el verdadero placer. Entre violines exóticos y máquinas industriales del body shop, Sam Smith y Kim Petras seducen al espectador a dejar salir su más bajos deseos; aquí nadie juzga, nadie pregunta, solo disfruta. Quizá por ello, “Unholy” se ha convertido en el primer single de une artista no binario y una mujer trans en alcanzar el número uno de las listas.

Sam Smith se ha establecido como una voz sobresaliente del pop actual, con un rango vocal impresionante y una sensibilidad que electriza la piel con un suspiro. Sin embargo, quizá sin querer, también se ha convertido en un portavoz de la comunidad LGBT+, que aboga por su visibilidad y, sobre todo, su libertad. Su brillo ya no puede contenerse; ilumina y se extiende para que más personas también puedan salir al mundo y mostrarse como son, como siempre lo fueron.

Luis Antonio Durán Álvarez.