OPINIÓN SERGIO ALMAZÁN

El silencio de las no transmisibles

La OMS ha señalado la necesidad de contar con metodologías de medición, y detección temprana de la población que requiere cuidados y atención por problemas de la salud mental

Imagen ilustrativa, las 'no transmisibles', padecimientos mentales.
Imagen ilustrativa, las 'no transmisibles', padecimientos mentales.Créditos: Pexels
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Nos hemos acostumbrado a pensar sólo en aquellas enfermedades transmisibles como es el caso del COVID, la influenza o el VIH –por mencionar las más actuales–, el sarampión, la hepatitis o la viruela.  Pareciera que son los padecimientos alarmantes y latentes en nuestra época y de verdadera preocupación en la salud pública de México; sin pensar o reflexionar el silencio y poca información masiva en que se encuentran los padecimientos mentales o los derivados por el consumo de sustancias psicoactivas o estimulantes anfetamínicos.

 La Organización Mundial de la Salud, desde hace varios años ha señalado la necesidad de contar con metodologías de medición, y detección temprana de la población que requiere cuidados y atención por problemas de la salud mental y de adicciones por el consumo de sustancias. En este sentido, la Comisión Nacional contra las adicciones (CONADIC) ha presentado un Informe sobre la Situación de la Salud Mental y el Consumo de Sustancias Psicoactivas en México, a partir de un estudio de 2017-2021, teniendo como relevante, el aumento en los problemas de salud mental, el incremento del consumo experimental de sustancias en edades cada vez más tempranas, especialmente en mujeres y el consumo problemático de estimulantes de tipo anfetamínico que se ha incrementado en los dos últimos años.

Derivado del confinamiento y globalización de la crisis de salud por la pandemia de COVID,  los problemas de ansiedad y de estados de ánimo se incrementaron en la población mexicana, en algunos casos acompañados del consumo de sustancias psicoativas que presentaron ciertas variaciones de accesibilidad y consumidores.

En el informe de CONADIC se revela que la sustancia más consumida y asociada a la depresión por duelos a causa de la pandemia sigue siendo el alcohol con un aumento del 23% entre las mujeres y el aumento del tabaco entre los niños y jóvenes es de suma importancia en la conducta de adicciones.

A partir del 2020 en que el Senado de la República emitió el fallo para que los códigos Penal y el General de Salud, realizaran los cambios y se reformaran los artículos que permitían la regulación del Cannabis para uso medicinal y recreativo, su consumo es verdad que ha aumentado, no a la velocidad que los anfetamínicos han encontrado entre poblaciones más jóvenes dependencias más adictivas, lo que hace pensar que una regulación no es promoción. Ya que las drogas sintéticas están encontrando mayor aceptación entre las y los mexicanos, más accesibilidad y dependencia.

Si bien es cierto que aún no se realizan estudios específicos sobre conducta, trastornos emocionales y COVID, el informe de CONADIC plantea que el aislamiento y confinamiento pandémico provocó más del 30% de la población viva estresado y el 35% preocupado por su situación laboral, sentimental o social y más del 25% con efectos psicoemocionales como depresión o tristeza aguda. Que derivó en consumos de sustancias psicoactivas: Alcohol (32.5%); Tabaco (24.6%); marihuana (14.6%). Siendo los hombres los que más consumieron estas sustancias con respecto a las mujeres, y ellas con mayor dependencia a los tranquilizantes y opioides (12% más que ellos).

En cuanto al consumo de la marihuana es mayor en el último año (2.6% en los adolescentes y 2.1% en la población total) y ha crecido 3.5 veces en las mujeres casi igualando el porcentaje con respecto a los hombres. Los niños y adolescentes están accediendo a más temprana edad al tabaco, alcohol y marihuana, pasando de 16 a 13 años, disminuyendo los inhalables, pero aumentando los anfetamínicos (30.3%).  Y el dato aún más alarmante es el derivado de Estimulantes del Tipo Anfetamínico (ETA) que incluyen las sintéticas: anfetamina, metanfetaminas y éxtasis que aumentó un 30.2% con promedio de los 11 años.

México vive un enorme reto en cuanto al tratamiento de las enfermedades mentales y de adicciones, derivadas por el consumo de sustancias psicoactivas, aunque son trastornos diversos, están en el contexto de las no transmisibles y silenciosas que no se hablan, no se tratan y no se atienden oportunamente.  Son hoy día una realidad y un problema de salud pública en el país. Callar no es curar, negarlas es morir.