OPINIÓN JEZIRET GALLARDO

Biden en el Medio Oriente

En este viaje visitará Israel, Palestina y Arabia Saudita para planear cómo actuar de manera más contundente contra Irán.

Joe Biden, presidente de Estados Unidos
Joe Biden, presidente de Estados UnidosCréditos: EFE
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El presidente de los EE. UU., Joe Biden, viajará por primera vez como mandatario de los Estados Unidos al Medio Oriente entre el 13 y el 16 de julio. En este viaje visitará Israel, Palestina y Arabia Saudita para planear cómo actuar de manera más contundente contra Irán. Para esta visita, Israel debe bajar las tensiones con Palestina, sin embargo, el mes pasado reveló un nuevo plan de asentamiento masivo en los Territorios Ocupados Palestinos.

La visita que el presidente estadounidense, Joe Biden, realiza en estos momentos por estos tres países del Medio Oriente se centran en buscar tomar acciones en contra de su enemigo común: Irán y sus proyectos nucleares. No obstante, la visita ocurre en un momento relevante, ya que, en el caso de Israel, se están planeando elecciones –las quintas en menos de cuatro años— y Palestina se enfrenta a uno de los planes de asentamiento más grandes, lo que podría desvanecer la esperanza de un Estado palestino libre y soberano.

Es bien sabido que Biden es un fuerte aliado de Israel y se ha declarado abiertamente sionista. En su décima visita al país –aunque primera como presidente— dio un discurso en el aeropuerto Ben Gurion, con el que aprovechó para recordar su simpatía por Israel y el sionismo al mencionar que “no es necesario ser judío para ser sionista”. Durante su discurso también mencionó que se seguirá trabajando en la integración de Israel en la región de Medio Oriente y, pese a lo contradictorio que pueda sonar, mencionó que sigue apostando por una solución de dos Estados para Israel y Palestina.

Cabe recordar que las relaciones de Palestina con EE. UU. se volvieron más tensas cuando en mayo el ejército israelí asesinó a la periodista palestino-estadounidense de Al Jazeera, Shireen Abu Aqleh, sobre lo cual Estados Unidos dijo que el asesinato no había sido intencional y que no hará su propia investigación del caso.

Después de su discurso en el aeropuerto, el mandatario estadounidense asistió a una sesión informativa sobre temas militares israelíes entre los cuales figuró la famosa Cúpula de Hierro financiada en parte con impuestos estadounidenses, así como el nuevo sistema israelí que funciona con láser llamado Rayo de Hierro. Más tarde, Biden se reunió con sobrevivientes del Holocausto y dijo que estaba comprometido a acabar con el antisemitismo.

Mientras tanto, B’tselem, la organización israelí que documenta las violaciones a los derechos humanos que Israel comete contra los palestinos, colocó espectaculares y vallas publicitarias en las ciudades palestinas de Belén y Ramallah para recibir al presidente Joe Biden en las que se lee “Señor presidente, esto es apartheid” y “Justicia para Shireen”.

En la agenda para el día de hoy se tiene programada una reunión con el ex primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien busca contender en las próximas elecciones de noviembre 2022 y, para el viernes, está agendada una reunión en Belén con el presidente palestino, Mahmud Abbas aunque no se espera que haya un gran avance con respecto a una solución duradera para los palestinos.

El mismo viernes, Biden volará a Arabia Saudita donde buscará que Israel y la nación árabe estrechen lazos, con acciones como abrir vuelos directos limitados para los musulmanes en Israel que quieran ir a La Meca, aunque se enfocarán más en temas de seguridad como la supervisión del Estrecho de Tirán, que une el Golfo de Aqaba con el Mar Rojo, es decir, a Israel con Arabia Saudita.

La visita de Biden a Arabia Saudita resulta un tanto controversial pues durante su campaña prometió que haría de Arabia Saudita un “paria” en respuesta al asesinato del periodista de The Washington Post, Jamal Khashoggi y, ahora, años después, accedió a hacer una parada en este país y sentarse con el príncipe Mohammed bin Salman, quien se presume fue quien ordenó el asesinato de Khashoggi y a negociar con el rey Salman con tal de apoyar la integración israelí en la región. Aunque también la Casa Blanca anunció que parte de sus objetivos es hablar sobre un alto al fuego entre Arabia Saudita y Yemen.

Esta visita puede verse como un intento de continuar con los Acuerdos de Abraham en los que Israel y los países árabes del Medio Oriente normalicen relaciones y así los EE. UU. tengan una presencia más sólida en la región con Israel como principal actor, las decisiones del mandatario estadounidense dejan claro que los EE. UU. prefieren perseguir objetivos más ambiciosos que velar por los derechos humanos.