ASESINATOS

El Efecto y síndrome Paulette

El hallazgo del cuerpo de Debanhi Escobar recordó lo que sucedió en Huixquilucan, Estado de México en el año 2010.

MÉXICO, D.F., 01NOVIEMBRE2010.- Tumba donde descansa los restos de la niña Paulette Guevara Farah en el panteón Francés de Legaría. FOTO: SAÚL LÓPEZ/CUARTOSCURO.COM
Escrito en OPINIÓN el

Hace doce años, la desaparición de una niña en un exclusivo condominio de la zona de Santa Fe u2013sitio con los más desarrollados sistemas de seguridad y protección civilu2013, conmocionó a México y tuvo impacto a nivel internacional por lo inverosímil de su resolución nueve días más tarde, cuando fue encontrado su cuerpo en la misma habitación donde había sido llevada a dormir por última vez. La verdad del caso nunca lo sabremos, tan misteriosa y sospechosa, como doloroso el desenlace. Hace un par de años, la historia quedo "documentada" en una serie de una plataforma internacional de producción audiovisual, bajo el escabroso título: "Historia de un crimen: la búsqueda". Hasta ahí el caso dejaba más interrogantes que respuestas y una evidencia del sistema de procuración de justicia, protección a la vida y seguridad en nuestro país. Es documento vergonzoso de la crudeza con que se tratan los casos de violencia a las personas en nuestro país.

La semana que está por concluir, fuimos testigos del fatídico resultado de la noticia que mantuvo a la familia, comunidad, autoridades y espectadores del estado de Nuevo León y el país en vilo durante los 13 días que duró la búsqueda de la joven Debanhi Escobar, quien desde el 8 de abril estuvo desaparecida y cuyo desenlace es hallada sin vida en el interior de una cisterna en un motel a metros de la carretera donde se tenía registro fotográfico de la última imagen con vida de la joven.

¡¿Por qué indigna tanto el final de esta búsqueda?! No sólo porque el hallazgo sea un cuerpo sin vida, sino porque su muerte es una suma de errores y de profundo dolor a sus padres y familia. Fueron 13 días en absoluta indolencia y mediática presencia de las autoridades, con un cuerpo flotando en las aguas de una cisterna y otros tantos cuerpos más en fosas clandestinas que hacen evidente la falta de compromiso de las instituciones para hacer su trabajo e impartir justicia a los deudos y sus víctimas.

El mensaje institucional y de las autoridades es: la impunidad gobierna y define la línea oficial, la ineficiencia de los encargados en procurar y salvaguardar la integridad de las personas, proteger la vida y evitar lo que lamentablemente no existe en ninguna de sus formas y expresiones. La muerte tiene permiso en este país y de nuevo, estamos viviendo el efecto Paulette.

Otra vez, o mejor dicho, una vez más, el Estado nos falla a la ciudadanía. Su búsqueda sin hallazgo, porque es la sociedad civil la que tiene que alertar a las autoridades de lo encontrado. ¡Son cuerpos sin vida, los que están sembrados en las calles y campos en nuestro país!!… Y el Estado solo tiene una llana, obscena e impune respuesta de repartición de culpas. Basta escuchar al gobernador de Nuevo León: Samuel García, pidiendo a la fiscalía de su Estado, "que hagan un esfuerzo y nos den a conocer el minuto a minuto". Mientras la dependencia precisa tiempo para hacer los estudios forenses que lleven a un informe final. ¡¿En verdad, tiene que hacer un esfuerzo?!" Ese es su trabajo especializado