Benito Juárez y la derecha del siglo XIX

Como liberal, Juárez promovió la inversión extranjera, especialmente la estadounidense. El desarrollo del país necesitaba de ese capital para modernizar México.

Busto en homenaje a Benito Juárez/EFE
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Benito Juárez era un liberal. Nadie lo pone en duda. Eso significa que fue un político de derecha. Esta afirmación, en cambio, levantará la ceja de algún lector. Veamos el porqué de mi afirmación. Para la segunda mitad del siglo XIX, era bien claro que la izquierda estaba representada por el anarquismo y por el amplio espectro de socialismos. Basta recordar que el "Manifiesto del partido comunista" de Marx y Engels había sido publicado en 1848. Cuando Juárez fue presidente de la república mexicana, el comunismo ya era una filosofía estructurada. Para entonces, los pensadores de izquierda u2013no solo los comunistas– afirmaban que el liberalismo era el rostro político del capitalismo. De hecho, muchos socialistas criticaban a la democracia liberal, porque consideraban que defendía estructuralmente los intereses de la burguesía. Juárez, en cambio, defendió la democracia liberal. Me parece, por tanto, que es un error afirmar que Juárez fue un hombre de izquierda.

Como liberal, Juárez defendió y promovió la propiedad privada individual. Las leyes de reforma habían desamortizado las propiedades de las corporaciones eclesiásticas y civiles. En el imaginario popular, se suele pensar que la reforma liberal afectó exclusivamente a las propiedades de la Iglesia Católica. Eso es inexacto. La reforma liberal también afectó a las propiedades de corporaciones civiles, como los ayuntamientos. En la práctica, esto supuso que las propiedades comunales de muchos pueblos fueron privatizadas. La reforma liberal propició la privatización de las tierras de las corporaciones civiles. ¿Eso es una política de izquierda?

Hemiciclo a Benito Juárez en la CDMX/Pixabay

Como cualquier liberal, Juárez miraba con recelo el protagonismo político del ejército. No olvidemos que, en la primera mitad del siglo XIX, México padeció un sinnúmero de golpes de Estado y rebeliones militares. Juárez sabía que, si bien el ejército era necesario para garantizar la soberanía del país, no se debía involucrar al Ejército en la vida política del país.

Juárez tampoco fue un defensor entusiasta de los gobiernos "por usos y costumbres". Como liberal, Juárez consideraba que todos los mexicanos debíamos ser iguales ante la ley, regidos por una misma constitución. Y si bien Juárez comulgaba, al menos en teoría, con el federalismo, miraba con recelo los fueros y legislaciones particulares. No es casualidad que los liberales apostasen por la integración de las comunidades indígenas a un proyecto nacional.

Como liberal, Juárez promovió la inversión extranjera, especialmente la estadounidense. El desarrollo del país necesitaba de ese capital para modernizar México. Precisamente por ello, Juárez creía en las concesiones de tierras y otros recursos naturales. Juárez creía en el libre mercado.

Y como buen liberal, Juárez era un defensor de la separación entre Iglesia y el Estado. El gobierno no debía, por tanto, imponer los ciudadanos un modo de pensar, una filosofía, mucho menos, una religión. El Estado liberal se repliega de la vida privada y no pretende que los ciudadanos piensen de una manera determinada. La función fundamental del Estado es garantizar el cumplimiento de las leyes.

¿Con qué proyecto político simpatizaría don Benito Juárez en el México de 2022?

(El autor es conductor del programa de radio "El Banquete del Dr. Zagal" y profesor de la Facultad de Filosofía de la Universidad Panamericana)