MASCOTAS

El comportamiento del perro por 'selección humana'

Las particularidades de cada linaje o raza han permitido a los canes desarrollar habilidades naturales y comportamientos distintivos a lo largo de miles de años.

Imagen de un perro de raza salchicha.
Imagen de un perro de raza salchicha. Créditos: Pixabay
Escrito en OPINIÓN el

Desde hace miles de años los seres humanos han empleado a los perros para realizar una gran diversidad de tareas como pastorear ganado, matar alimañas, cazar, tirar de cargas, proteger, vigilar y hacer compañía, entre muchas otras.

La cría selectiva de perros domésticos con diversas características fisiológicas y estéticas, pero también de comportamientos es, sin lugar a dudas, el experimento genético más importante que ha llevado a cabo humanidad a través de la experimentación meticulosa y empírica a lo largo de decenas de miles de años.

De acuerdo con una investigación llevada a cabo por científicos del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano (NHGRI), de Estados Unidos, encabezada por Emily Dutrow y publicada en la revista Cell, la diversidad genética de los perros domésticos los ha conducido hacia una heterogeneidad de comportamientos.

Los resultados indican que las áreas del genoma relacionadas con el desarrollo del cerebro contienen variaciones genéticas que explican la diversidad de comportamiento entre las diferentes razas, y que estas singularidades fueron inducidas por el ser humano en el desarrollo canino. 

De esta manera, las particularidades de cada linaje o raza les permitieron desarrollar habilidades naturales y comportamientos distintivos a lo largo de miles de años, por ejemplo, el pastoreo, la caza, o la vigilancia, entre otros.

Los investigadores trazaron un mapa de la diversificación de los linajes de los canes a lo largo del tiempo. Utilizaron muestras de ADN y encuestas recopiladas de dueños de más de 46 mil perros de todo el mundo, con las que evaluaron características como la capacidad de entrenamiento, la energía y el temor, entre otros.

Asimismo, analizaron los datos genómicos de más de 4 mil perros domésticos, semisalvajes y salvajes recopilados en varios conjuntos de genomas disponibles en diversos bancos genéticos. Estos datos incluyeron los resultados de la secuenciación del genoma completo, y matrices de polimorfismos de un solo nucleótido, que detectan las variaciones genéticas en el genoma. 

Encontraron que estas diferencias genómicas entre las razas están relacionadas con su sistema nervioso, por ejemplo, los circuitos neuronales que se forman durante las primeras etapas del desarrollo de los perros. 

Por ejemplo, aquellos que pastorean, como los border collie, estas diferencias genómicas los dotan de habilidades y aptitudes naturales para guiar ovejas y otro tipo de ganado. Con un mínimo entrenamiento, saben instintivamente cómo pastorear ganado.

Precisamente uno de los comportamientos típicos de los grupos de razas más fáciles de identificar son los perros pastores, que tienen un impulso instintivo de pastoreo junto con patrones motores que les permiten mover a los rebaños de maneras complejas. En ellos los investigadores localizaron variaciones “enriquecidas” en ocho genes que se encuentran en una región de las neuronas llamada “guía del axón”.

Influencia de la cría selectiva

Durante miles de años, desde que se inició la relación entre humanos y perros, la cría selectiva de los canes ha dado forma a las diversas razas que se especializan en diferentes tareas. 

Uno de los hallazgos más sorprendentes para los investigadores fue que muchos de los cambios genómicos que definen los principales linajes de perros también se pueden encontrar en los lobos modernos. “Esto indica que los humanos cooptaron variaciones antiguas entre los ancestros salvajes de los perros para crear tipos únicos de perros adecuados para realizar tareas específicas”, señaló Emily Dutrow.

Los investigadores identificaron 10 linajes caninos principales y los rasgos de comportamiento que se correlacionan con ellos. Al observar las razas los determinaron cómo cada linaje es único en su comportamiento y variación genómica.

También estudiaron la historia del comportamiento canino, el papel de las razas que les dio el ser humano, para cuantificar la complejidad local y global inherente a las relaciones entre perros individuales, razas y poblaciones caninas. Identificaron la correlación del comportamiento con la diversificación genética, con lo que  descubrieron los cambios clave en los rasgos típicos de cada raza que conducen a realizar tareas específicas.

Correlacionaron las variantes genéticas con la especificidad fenotípica canina, es decir, con los rasgos observables particulares, lo que demostró la influencia de la cría selectiva histórica llevada a cabo por el ser humano, con la variación de rasgos típicos de las diversas razas, entre ellos el comportamiento. 

Hasta ahora se desconocía a profundidad cómo las diferentes razas tienen rasgos de comportamiento y personalidades distintas, y cómo estas características se remontan a sus genomas.

"En lugar de mirar una instantánea en el tiempo, nuestro estudio trazó un mapa de cómo los linajes de razas de perros se diversificaron durante miles de años y explica cómo las diferentes razas son el resultado de la selección humana", señaló Elaine Ostrander, experta en genética comparada del NHGRI.

A diferencia del ser humano que evolucionó mediante lo que Charles Darwin llamó “selección natural” a través de su adaptación al medio ambiente, en el caso de los perros son el producto de la “selección humana” y esta selección tiene un papel central en su comportamiento y su diversificación genética.

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