OPINIÓN HÉCTOR ZAGAL

Paranormal, sobrenatural, ¿milagroso?

No es raro que nos sintamos desfallecer si un día vemos a una figura humana atravesar las paredes de nuestra casa o si los platos se lavan solos.

Imagen que hace referencia a la tradición del Día de Muertos en México.
Imagen que hace referencia a la tradición del Día de Muertos en México.Créditos: Cuartoscuro
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¿Ustedes han tenido alguna experiencia paranormal? ¿Fantasmas? ¿Sueños premonitorios? ¿Sucesos inexplicables?

La seguridad con la que solemos movernos por el mundo depende de la regularidad de sus fenómenos. Por ejemplo, el sol, hasta ahora, ha salido todos los días, de este a oeste, sin falla. Si soltamos un vaso, éste caerá. Por más que platiquemos con nuestro gato, éste no nos va a responder. Aunque mucho lo deseemos, seguimos sin poder leer los pensamientos de nuestro ‘crush’. La regularidad de ciertas situaciones y la ausencia de otras nos permite crearnos expectativas sobre lo que es posible y lo que no. Por ello no es raro que nos sintamos desfallecer si un día vemos a una figura humana atravesar las paredes de nuestra casa o si los platos se lavan solos. Bueno, dichoso aquel cuya experiencia paranormal consista en encontrar la casa siempre limpia. Pero, en serio, ¿cómo explicamos que la cama se mueva o que nos jalen las cobijas en la noche? ¿Cómo no poner en duda toda ley natural y todo orden cuando hemos experimentado algo que, como nos dictan la rutina y la ciencia, no debería ser?

Foto: Cuartoscuro

Personalmente, descreo de fantasmas, apariciones, premoniciones y eventos de esa clase. A lo largo de los siglos, la ciencia ha ido dando cuenta de fenómenos que anteriormente eran inexplicables. El típico ejemplo son los “fuegos fatuos” que se ven en algunos cementerios y pantanos. La creencia popular es que se trataba de espíritus o fantasmas que, en no pocas ocasiones, podían ser malignos. ¿La explicación científica? Es la inflamación de metano y fósforo que se desprende sustancias orgánicas en descomposición.

Foto: Cuartoscuro

¿El poder premonitorio de los sueños? En la mayoría de los casos, son explicaciones a posteriori, es decir, sucede algo y la gente dice “lo soñé”. En otros casos, resulta que en el subconsciente se acumulan temores, sospechas, inquietudes y que no nos atrevemos a enunciar. Por ejemplo, en un nivel consciente no nos atrevemos a hablar abiertamente del patente deterioro físico de un ser querido, pero el hecho está ahí. En los sueños aflora el temor fundado a que esa persona muera pronto. Y, en efecto, muere. 

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¿Y los vampiros? ¿Hay evidencia para temer el regreso de los muertos? Quizás la ignorancia sobre el proceso de descomposición del cuerpo alimentó tal miedo: al contraerse la piel, los dientes y las uñas del cadáver parecen alargarse, y a la vez que los órganos internos se descomponen, un líquido de purga oscuro puede escapar por la nariz y la boca. La gente que no conoce este proceso interpretaría que ese líquido era sangre y supondría que el cadáver había estado bebiéndola de los vivos.

Yo nunca he presenciado ningún suceso paranormal. Al menos no por ahora. Pero como reza el dicho: “Yo no creo en los fantasmas, pero de lo que los hay, los hay”.

Sapere aude! ¡Atrévete a saber!

@hzagal