Ángeles

Las religiones abrahámicas creen en los ángeles como seres creados por el único Dios.

Escrito en OPINIÓN el

¿Qué es un ángel? No es una pregunta cualquiera. ¿Son dioses menores? ¿Tienen cuerpo? ¿Por qué existen? La existencia de los ángeles es cuestión de fe. Los ángeles son propios de las tres religiones monoteísmos abráhamicos: el Islam, el Judaísmo y el Cristianismo, cada uno de ellos con su variedades. Estas religiones reconocen la existencia de un solo dios, pero aceptan la existencia de creaturas espirituales que sirven como mensajeras, guardianes o guerreras.

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Las religiones abrahámicas creen en los ángeles como seres creados por el único Dios. Sin embargo, en ninguna de estas religiones hay consenso sobre cuándo fueron creados. Si bien la historia de la creación del ser humano es común a judíos, cristianos y musulmanes, ni en las escrituras hebreas ni en el Corán hay una genealogía explícita de los seres angélicos.

¿De qué están hecho los ángeles? El ser humano fue hecho de arcilla, según los textos sagrados de las tres religiones mencionadas. Sólo puede conjeturarse de qué está hecho el ángel de acuerdo con las maneras en las que se ha presentado a los ojos del hombre. Por lo general, los ángeles son descritos como seres asociados al fuego y a la luz. Siendo ambos elementos sin peso, etéreos y móviles, su asociación con los ángeles refuerza la idea de que estos son seres celestiales, más cercanos a Dios. San Agustín, sin embargo, pensaba que los ángeles estaban hechos de luz, pero no porque fueran la luz misma, sino porque son bañados por la luz de Dios. Los ángeles son luz porque la reciben de Dios y porque la reflejan. Así, tanto reciben la sabiduría y amor de Dios, como la comunican a otras criaturas. Por su parte, algunos teólogos musulmanes también enfatizan el carácter luminoso de los ángeles.

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Para santo Tomás de Aquino, los ángeles eran espíritus sin cuerpo. Aunque estemos acostumbrados a los seres materiales debido a nuestra naturaleza sensible, santo Tomás escribió que era necesario que existieran seres inmateriales. Esta afirmación puede resultar muy atrevida en primera instancia o una cuestión meramente de fe. Sin embargo, aunque la creencia en ángeles depende de la fe, no es necesario ser creyente para afirmar que existen entidades que no son materiales. Santo Tomás habla de nuestros pensamientos. Por ejemplo, podemos saber que el fuego quema, pero no por ello el conocimiento del fuego quema también. Es decir, los pensamientos sobre el mundo material no tienen las propiedades materiales de lo pensado. Alguien enamorado puede decir que la persona amada siempre está en sus pensamientos, pero ello no significa que la persona amada esté realmente, en carne y hueso, en su mente.

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Aunque Tomás define a los ángeles sin aludir a imágenes sensibles, como la luz o el fuego, o alas y aureolas, lo cierto es que cuando pensamos en ángeles imaginamos representaciones plásticas de figuras humanas con ropajes blancos, alas y halos luminosos. Y es que en los primeros siglos del cristianismo, las representaciones artísticas de los ángeles tomaron elementos plásticos de culturas paganas como la griega o la romana. Por ejemplo, la idea de ángeles regordetes y alados se inspiró en las representaciones de Eros o Cupido, hijo de Afrodita y Ares, quien cargaba consigo un arco y flechas para enamorar a las personas.

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¿Y el ángel de la independencia de la Ciudad de México? En realidad, se trata de una victoria alada. ¿Cómo la ven?

Sapere aude! ¡Atrévete a saber!

@hzagal

(El autor es conductor del programa "El Banquete del Dr. Zagal" y profesor de la Facultad de Filosofía de la Universidad Panamericana)