La ciudad eufemística

Un lastre que ni leyes, ni campañas mediáticas, ni textos científicos, ni las instituciones, ni la escuela ni las generaciones han logrado erradicar.

Palacio de Bellas Artes, imagen ilustrativa / Pixabay
Escrito en OPINIÓN el

Nombrar es quizá una de las formas de comenzar a existir. Eufemitizar es una manera de negar la existencia. En México una manera de inexistencia es el eufemismo; esa sutil forma del lenguaje y la práctica para sustituir, esconder, desviar la atención de los fantasmas que por cientos de años nos acompaña en nuestra cultura social y que constituyen lo que en derecho se llama discriminar.

Un lastre que ni leyes, ni campañas mediáticas, ni textos científicos, ni las instituciones, ni la escuela ni las generaciones han logrado erradicar. Somos sociedades discriminatorias, en todas las formas: simbólica, física, psicológica, eufemística e institucionalizadas. El costo es altísimo, las consecuencias devastadoras: en seis meses del presente año, 7.1% han aumentado los feminicidios (crímenes por odio a mujeres); 30% en más en el presente sexenio de crímenes por odio (asesinatos a personas de la diversidad sexual); hasta un 55% el incremento en violencia en el país en comunidades indígenas. Es decir, en la práctica, en la vida diaria, no hemos evolucionado en la equidad, inclusión y garantía a la protección de los derechos humanos. Somos una sociedad hipócrita, eufemística, "políticamente correctos", pero en el interior de los hogares, de las instituciones, en el espacio público, en privado, discriminamos o somos víctimas de abuso, violencia e incluso podemos ser parte de las formas de agresión que suma cifras cada vez más alarmantes en nuestro país.

En el caso de la ciudad de México, que presume ser el paraíso social del país, la situación de discriminación es tan preocupante como en el resto. Según el informe que presentó este viernes el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación (COPRED) (https://copred.cdmx.gob.mx/storage/app/media/EDIS-2021-26Nov21.pdf). En los últimos ocho años, no ha cambiado la conducta discriminatoria en nuestra ciudad e incluso hay un incremento en las expresiones y grupos que rechazamos, violentamos, agredimos o excluimos.

Cuando se revisan los resultados que COPRED presenta y los rubros que consideró para elaborar la encuesta, la primera impresión es que en la ciudad de México hay una cobertura de difusión y hasta de cultura de Derechos Humanos, pues manifiestan los encuestados que en un 81% han oído hablar de ellos, y los describen como igualdad, sirven para ayudar a la gente con problemas y son derechos ciudadanos. Pero el problema viene cuando al preguntarles a qué los asocian piensan que se trata de ayudar a defensa de los delincuentes, por discriminación o la dignidad. Es decir, la primera percepción de los derechos humanos, se consideran a los delitos, no a una cultura integral de convivencia derivada de la diversidad étnica, social, sexual, cultural o racial sino como "consecuencia del delito".

El 48% de los habitantes de esta ciudad consideran \u2013según esta encuesta\u2013 que se respetan poco estos derechos, siendo los derechos a la salud, a la educación y el trabajo los más importantes. Y discriminar lo asocian a menosprecio, desigualdad y ofensa. En demarcaciones como Cuajimalpa, Coyoacán y Cuauhtémoc son donde más expresaron actos de discriminación, pero el promedio de la ciudad de México en actos de discriminación es de 7.5, es decir muy por arriba de la media mundial. Somos un país de desigualdades y discriminaciones. Concentradas en tres condiciones: la pobreza, el color de piel y la orientación sexual, las causas principales para discriminar o sufrir discriminación. Y los grupos más vulnerables: pobres, indígenas, de piel morena, gais y mujeres. A diferencia de otros años, la encuesta de este 2021 incluyó un sector vulnerable a la discriminación: personas con covid.

Pese a los resultados, por grupo, por condición, por educación, edad y alcaldía, más del 70% de los encuestados dijeron no haber discriminado ni sufrido discriminación ni siquiera alguna vez en su vida, pero han utilizado eufemismos para referir los "distinto". Sigue normalizada, generalizada y aceptada las formas, expresiones y conductas discriminatorias en nuestra ciudad, ésta que es de vanguardia y un paraíso en temas de derechos, inclusión, pero en la práctica mucho por educar, promover, respetar y erradicar.

Abramos la discusión: @salmazan71