En 2012 visité Ariel, un asentamiento israelí en Palestina que sirve como pivote en la colonización de la parte norte de Cisjordania (uno de los dos territorios no contiguos de Palestina). En ese momento no entendía mucho sobre el conflicto palestino israelí, pero en Ariel una mujer judía-israelí me dio un cuadernillo con mapas. En uno de ellos se leía: "Israel en el Medio Oriente, una democracia aislada en un mar de Estados totalitarios", también decía que Israel con sus valores democráticos, provee a árabes y judíos los mismos derechos.
Paradójicamente, el pasado 19 de octubre Israel emitió una orden militar que declara como "grupos terroristas" a seis importantes organizaciones palestinas que trabajan por los derechos humanos. Las organizaciones señaladas son:
- Defense for Children International \u2013 Palestine
- Addameer Prisoner Support and Human Rights Association
- Bisan Center for Research and Development
- Union of Agricultural Work Committees
- Union of Palestinian Women Committees
- Al-Haq
Estas organizaciones se dedican a documentar las violaciones que Israel comete contra los derechos humanos de los palestinos tales como abuso físico y detención de menores, violencia de los colonos en los Territorios Ocupados contra trabajadores agrícolas, agresiones a los presos políticos, además de implantar programas en favor de los derechos de la población palestina.
Señalarlas como organizaciones terroristas implica varias cosas, ya que las organizaciones pueden verse obligadas a cerrar y sus bienes pueden ser confiscados, también se autoriza el arresto de sus trabajadores y genera duda entre los donadores que apoyan en la labor de estas organizaciones sobre el terreno.
Organizaciones internacionales como Human Rights Watch y Amnistía Internacional trabajan de manera cercana con estas organizaciones palestinas y señalaron la decisión como un "ataque al movimiento por los derechos humanos". Por su parte la Organización de las Naciones Unidas también se pronunció ante esta decisión y, en un comunicado publicado el 25 de octubre, condenó la decisión del Ministro de Defensa Israelí, Benny Gantz, señalándola como "un ataque frontal al movimiento por los derechos humanos palestinos y los derechos humanos en todas partes".
Por su parte políticos estadounidenses como los republicanos Mark Pocan y Betty McCollum también se pronunciaron contra este ataque a las organizaciones palestinas. Dentro de las paradojas tampoco está de más señalar que EE. UU. da a Israel 3.8 billones de dólares cada año en apoyo militar bajo la premisa de su "mutuo compromiso con los valores democráticos y sus metas estratégicas compartidas en Medio Oriente".
Israel should rescind their blanket decision to label Palestinian civil rights organizations as terrorist groups. Many of these organizations are working to bring peace in the region and are vocal critics Hamas & the PA.https://t.co/TTYHQ94n6O
— Rep. Mark Pocan (@repmarkpocan) October 22, 2021
En este sentido resulta muy pertinente una cita de la historiadora, periodista e investigadora franco-tunecina Sophie Bessis que dice: "La paradoja de Occidente reside en su facultad de producir universales, elevarlos al rango de lo absoluto, violar con un fascinante espíritu sistemático los principios que de ellos derivan y elaborar las justificaciones teóricas de estas violaciones"
No es la primera ni la última vez que veremos atentados de Israel contra los derechos humanos palestinos, de hecho, Human Rights Watch este mismo año a finales de abril emitió un comunicado en cuyo título se lee "Las prácticas abusivas de Israel constituyen crímenes de apartheid y persecución" esto debido a la política general del gobierno israelí de mantener la dominación israelí-judía sobre los palestinos, además de los abusos cometidos en los territorios ocupados.
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Jeziret Gallardo
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