Zapata, el moral

De la tinta de Sergio Almazán.

Escrito en OPINIÓN el

Expreso mi absoluta solidaridad al artista Fabián Cháirez, a los jóvenes de la comunidad LGTB agredidos en Bellas Artes. Decía el maestro José Vasconcelos: Pobre moral que se encierra en el círculo de la ignorancia y la resignación. Y con ese principio se ha decidido -a la vieja usanza política institucional- un berrinche y brote de ignorancia, desprovisto de todo lo que las leyes en materia de imagen y persona están descritas en los códigos de INDAUTOR e IMPI que son los órganos oficiales con los que contamos los creadores para proteger, ejercer y respetar derechos intelectuales y creativos. Es decir, el arte es expresión personal, lúdica y creativa no está sujeta a moralinas ni juicios de valor que no estén dentro del marco creativo.

Anoto aquí lo que la Ley Federal de Derechos de Autor establece al respecto en el artículo 188 inciso e): Establece "Que no son materia de reserva las características que incluyan el nombre, seudónimo o imagen de alguna persona sin consentimiento expreso del interesado y del responsable que no haya sido registrado en vida; menos puede ser heredable y quedará a determinación del juez de su otorgamiento de reserva por terceros expresamente definidos por el interesado".

Es decir, que ante el alegato rabioso, ignorante y censurador de los "desencuentros que no herederos del nombre, imagen o voz" de Emiliano Zapata no procede demanda alguna y menos aún se justifica su violenta e impositiva reacción. Pero peor aún, es la respuesta que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho ante tal petición que resulta legalmente improcedente. Lo políticamente moral no es políticamente correcto ni jurídicamente procedente.

A la violenta reacción contra jóvenes manifestantes de la comunidad de diversidad sexual que se plantaron en el Palacio de Bellas Artes hito institucional de la cultura nacional y la ignorante postura de los herederos del apellido de Zapata que encolerizados, indignados, ofendidos y rabiosos pidieron retirar la obra artística, creación libre y personal del artista Fabián Chairez conminando a las acciones "legales". La sorpresa es aún mayor, la intervención del propio presidente para hacer saber su poder "mayor" e imponer la censura, legitimando la ignorancia y demostrando que no hay libertad en el país para la creación y expresión artística.

Esto es lo más peligroso, engañoso y autoritario que el actual gobierno puede dar como respuesta ante un berrinche homofóbico y de censura del arte que un grupo buscó legitimar -a nombre de su autoridad moral- lo que el arte expresa en libertad creadora y creativa.

Evidenciando el presidente que impone su mano firme y dura ante las autoridades responsables de la Cultura, las Bellas Artes y el propio museo haciendo saber que no hay libertad más libre que la que autoridad moral decida. Estamos ante un regreso autoritario del discurso oficial de la historia y sus héroes. Pobre Zapata que se encuentra en el círculo moral de la ignorancia institucional.

Abramos la discusión: @salmazan71