El juicio contra el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, abre una nueva línea de investigación por los narcovínculos que involucran a México y a Colombia, en específico, el nexo que tuvo con Harold Mauricio Poveda Ortega, alias "El Conejo".
Toda la red de narcotráfico que García Luna tuvo en sus manos cuando fue el supuesto zar antidroga, se hace cada vez más grande, ahora que “El Conejo” de Colombia fungió como segundo testigo cooperante en el noveno día de juicio.
Harold Ortega fue considerado por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP)—durante el sexenio de Felipe Calderón—como el mayor proveedor de cocaína para el Cártel de los Beltrán Leyva.
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Según las investigaciones, "El Conejo" introdujo entre 1998 y el año 2000 un total de 150 toneladas de cocaína a México para que estas fueran enviadas a distintos puntos de Estados Unidos, como: Los Ángeles, Nueva York y Chicago.
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El capo originario de Tulúa, Valle del Cauca, formó parte de "El Cártel del Norte del Valle” (grupo criminal de Colombia) y fungió como el importante intermediario entre esta célula y el Cártel de Sinaloa.
En 1998, “El Conejo” conoció a Arturo Beltrán Leyva, alias "El Barbas". Posteriormente, su trabajo consistiría en negociar la compra de cargamento de cocaína por parte de los cárteles colombianos, para introducir mensualmente en México dos toneladas de la droga.
¿Qué dijo Poveda Ortega durante el juicio?
El capo de ahora 49 años, dijo que llegó a recibir cargamentos en Acapulco que le hicieron ganar hasta 15 millones de dólares, sin embargo, esto no le pareció a Arturo Beltrán Leyva, ya que él tenía el control de la costa del Pacífico, por lo que decidió mandarlo matar.
Pero gracias a Ismael ‘El Mayo’ Zambada lo llevó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), donde fue resguardado por agentes policíacos para evitar que lo asesinaran.
Harold Mauricio Poveda Ortega, alias "El Conejo", principal proveedor de los Beltrán Leyva, también fue encubierto por la DEA, de acuerdo con investigaciones realizadas por The New York Times y Emeequis.