Una falsa alarma resultó una denuncia al 911 cuando vecinos pidieron el auxilio de la Policía Municipal en Playa del Carmen, para abrir un departamento donde vivía un sexagenario, ante un intenso olor fétido que de ahí expedía.
Al señor de la tercera edad tenía días que no lo veían, por lo que al intensificarse el desagradable aroma sus vecinos temieron lo peor. Preocupados, llamaron al 911, incluso, comenzaron a recolectar dinero para las pompas fúnebres.
Cuando llegaron al auxilio los oficiales y personal del Semefo, tocaron la puerta del apartamento varias veces y nadie respondió. Como ya se habían percatado del intenso olor, forzaron la cerradura y entraron.
Lo que vieron los sorprendió: el abuelo dormía tan profundamente que no escuchó ruido ni la apertura de la puerta. Pero el olor seguía y era insoportable. Al inspeccionar el domicilio encontraron en el fregadero comida descompuesta de varios días.
Al despertarse con el bullicio, el señor comentó que su fregadero estaba descompuesto.