La Glorieta de las Mujeres que Luchan cumplió su primer aniversario y las activistas, madres, víctimas, sobrevivientes y mujeres se apropiaron nuevamente de ella ante la amenaza de que el gobierno de la Ciudad de México intente recuperarla y poner en ella una estatua de alguien que no las representa.
Entre pintas con los nombres de desaparecidos y víctimas de feminicidio que han sido borrados de los muros negros que circundan el pedestal que elevó a Colón y que ellas escribieron de nuevo, las mujeres colocaron una ofrenda con velas, fotos, cantaron, gritaron consignas y pidieron justicia una vez más.
Yadira González, quien busca a su hermano Juan desaparecido en Querétaro en el 2006 y representante de Unidas Siempre Buscando y Desaparecidos Querétaro, le envió a nombre de sus compañeras un mensaje a la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum y es que: “la glorieta resiste”, además insistieron en su demanda a la mandataria para que acuda a la Glorieta a dialogar con ellas y dejar de tratar de romper los movimientos.
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La activista dijo que Sheinbaum no las ha apoyado y su indiferencia en temas como el feminicidio y las desapariciones ha quedado manifiesto al incrementarse los números de éstos delitos en la capital del país, incluso dijo, no es un problema de gobierno pasados sino también de los actuales.
Por su parte, Araceli Osorio, madre de Lesvy Berlín, víctima de feminicidio, lamentó que las mujeres tengan la necesidad de apropiarse de éstos espacios públicos que son punto de fortalecimiento, intercambio, reunión y trabajo para quienes buscan personas o justicia porque los delitos se siguen cometiendo.
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Es en este espacio, donde activistas y ciudadanas lamentaron que a un año de la apropiación de la glorieta, muchas buscadoras de justicia hayan sido asesinadas, otra perdieron la vida sin encontrar y más mujeres de todas las edades siguen siendo víctimas de los delitos, cada una de ellas fueron nombradas en un pase de lista. Con ceremonias, eventos culturales y mensajes políticos de búsqueda y exigencia de justicia, las mujeres que luchan, reclamaron de nuevo su glorieta.