El presidente del Poder Judicial capitalino, Rafael Guerra Álvarez, tomó protesta a 11 nuevos jueces y juezas a quienes recordó su compromiso de trabajar con principios y no traicionarse toda vez la conciencia es el tribunal más poderoso de todos.
Les pidió superar las limitaciones de su condición humana y alcanzar la virtud, y les aseguró que ésta no se logra con créditos académicos, programas de actualización ni doctrina, pero sí con el corazón abierto para apreciar el dolor ajeno; con empatía, no con apatía, y con el dominio de sus filias y fobias.
En sesión del Pleno de magistrados impuso el nombramiento a seis mujeres y cinco hombres quienes, este miércoles rindieron protesta en el edificio sede en avenida Niños Héroes, colonia Doctores, alcaldía Cuauhtémoc.
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"No hay que traicionarnos a nosotros mismos porque no hay incertidumbre, ni adversidad que pueda derrotar a una persona con principios, porque nuestra conciencia es el tribunal más poderoso de todos", advirtió.
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Los nuevos jueces y juezas servirán en el sistema justicia procesal penal acusatorio y en el salón de Plenos, el magistrado Guerra Álvarez recordó las palabras del filósofo Platón
"El poder no es un placer ni un medio de proporcionar ventajas a los gobernantes sino una espinosa misión consagrada al servicio de la humanidad", subrayó.
“La justicia como virtud emana de los espíritus que han sufrido el dolor de la injusticia, de los ojos que han presenciado el terror de su ausencia; la justicia emana de nuestra propia capacidad para aceptar nuestras limitaciones individuales y superarlas”.
Dijo que los nuevos jueces y juezas son resultado de un compromiso y lealtad de una familia judicial que cumplió el compromiso de regenerarse con el tiempo.
Guerra Álvarez impuso la toga y birrete a Mónica González Alvarado, Claudia Jiménez Tleutli, Adriana López Gutiérrez, Rodrigo Kevin Martínez Vázquez, Verónica Ortiz Marmolejo, Alejandro Alberto Pérez Medel e Ingrid Daniela Rayo Chimal.
También a Luis Daniel Romo García, Dafne Livie Rosales Montes de Oca, Fernando Miguel Sarabia Villuendas, e Ildefonso Tacuba Valle.
Al final del acto Guerra Álvarez dio la bienvenida a los nuevos impartidores de justicia, resaltó la importancia del estudio, escuchar a sus pares, a sus superiores y subalternos.